lunes, 20 de diciembre de 2010

Carta al Viejo Pascuero (aka Santa Claus, aka Papa Noel, aka Father Christmas)


Querido viejo guatón:

Mi nombre es Valeria Caterina Moreno Yánez…tú sabes quién soy, no te hagas el weón. Soy la niña flaca y crespita que vivía en Puerto Montt, en la pobla Pichi Pelluco cuando niña y que te pidió todos los años unos patines. Sí, patines, como estos:



Bueno, para que veas que perdono pero no olvido, casi 20 años después, estoy aquí para enrostrarte que nunca me los llevaste. Yo era la única de la pandilla que no tenía y me vi obligada a andar mendigándoselos a mis vecinos. Me siento hasta el día de hoy ESTAFADA. ¿No se suponía que si uno se portaba bien y se sacaba buenas notas el Pascuero cumplía tus deseos? Pues para que te enteres, nunca tuve una anotación negativa y todos los años saqué promedio 6,8. En cambio a mi hermanito, que vivía rompiéndole los vidrios a los vecinos,  SI le llevaste su pelota de fuchibol… para que siguiera rompiendo vidrios, me imagino. ¿Qué criterio de selección usas? Te voy a denunciar-te al SERNAC por publicidad engañosa, viejo chamullento.

En fin.  Hechos mis descargos, paso a la parte linda de la Navidad, porque para que sepas, yo AMO la Navidad. Voy a ser bien sincera, ah. Nunca creí en tí…Caché que eras una invención folclórica desde bien chica. De hecho, a los seis años le informé a mis padres que lo sabía todo, para que no se desgastaran en arrendar trajes y esas macanas. ¿Cómo lo supe? Simple lógica, longui… ¿Quién podría tragarse que un viejo obeso en trineo puede entregar regalos a los niños de TODO el mundo en una pura noche? Por mucha magia y mucho cambio de hora, no alcanza po Pascuo. Además, los regalos venían envueltos en papel de “Corona, lo soluciona”. Muy mala tu política comunicacional.

Bueno, sigamos. La Navidad en mi casa siempre se celebró en grande, pese a que Julito Bonito y la Gicha no son muy seguidores de Jebús, por tanto, no se celebraba su cumpleaños como en otras casas. Nunca tuvimos pesebre ni fuimos a misa. En mi casa, la Navidad es lo que muchos critican como “fiesta del consumo”, o sea, una ocasión para intercambiarse regalos. TAL CUAL. No tengo complejo alguno por ello, fíjate, porque creo que las cosas folclóricas no tienen porqué tener explicaciones racionales ni menos espirituales. O sea, si fuera por eso, ¿Qué hacen los shilenos celebrando el nacimiento de un profeta judío y la llegada de un viejo vestido de lana en pleno verano? Más encima, los “expertos” dicen que Jebús ni nació el 25 de diciembre, sino que en sus inicios los cristianos buscaron una celebración pagana (el nacimiento del sol/ solsticio) para meter la puntita con la nueva religión oficial. Así que no me vengas a joder.

Yo encuentro que sea cual sea el significado de la Navidad en cada casa, tener un día especial para estar con la familia o los amigos, comer rico y (lo mejor) hacerse regalitos es LO MÁS. Yo al menos, disfruto ese momento en que abro los regalos como si tuviera ocho años de nuevo, porque me encantan las sorpresas y el papel de regalo y la cinta y toda la challa. No tiene porque ser cosas de alto valor económico, no me malentiendas Pascuo. Lo que me gusta es el RITO, aunque me regalen puros calcetines.

De hecho, para que veas que de verdad agradezco tu gestión estos últimos 29 años y que te perdono lo de los patines,  te escribí una lista de los regalos más memorables que me hiciste EVER, no tanto por su valor comercial, sino por lo mucho muy feliz que fui con ellos. A saber:


1-Popple:

Es el primer regalo navideño del que tengo plena conciencia. Me acuerdo como si fuera ayer cuando abrí el papel y vi esa cola pompón de colores chillones y salté de emoción. El mono, por si no te acuerdas, traía una especie de marsupial en la espalda, así que se hacía bola (el Transformer de los peluches). El Popple aún existe, pero perdió su cola tras un accidente con la pelela de mi hermano.



2-Bicicross

No fue la primera bici que tuve. La primera fue una de paseo celeste con canasto, que hice cagar saltando en rampla con mis amigotes. Cuando me quedó chica, me llevaste una bicicross amarilla marca “Lahsen” de todo gusto, que saltaba más alto aún que la de paseo. Fue mi mejor amiga y compañera de aventuras en la pobla Pichi Pelluco por muchos años, hasta que salió la Mountain Bike y las bicicross pasaron de moda. Yo, sin embargo, no quise tener bici con cambios y me quedé fiel a mi Lahsen. (Igual que ésta, pero amarilla)



3-Carrera del Saber

Siempre he sido ñoñita, y como a todos los ñoñitos, me gustan los juegos de mesa. El más popular cuando yo era (¿era?) péndex, sin duda fue “Gran Capital”, pero como yo soy regionalista no me gustaba. Además, la economía nunca ha sido mi fuerte, así que era un desastre en eso de comprar barrios e invertir en propiedades. Por eso prefería La Carrera del Saber, un juego muy nerd en el que ganaba el que sabía más respuestas. Traía 6 libritos con preguntas de tópicos como Deporte y Recreación, Historia, Ciencia y Trivia (que era mi favorito). Al final de tanto jugar ya me sabía todas las preguntas y nadiennnn quería jugar conmigo. En fin.



4-Tele a color

En mi casa había una sola tele, de esas que había que cambiar los canales manualmente, hasta que el Pascuero me regaló mi propia telita de 12 pulgadas, con CONTROL REMOTO. Ese fue el punto de inflexión, el momento decisivo, el día D en mi consabida adicción a la pantalla chica. Tampoco es que hubiera mucho que hacer en Puerto Montt, donde llovía 11 de los 12 meses del año, así que no fue enteramente MI culpa volverme una tevita. Aquella tele a color me acompañó fielmente por más de 10 años, hasta que un día, cansada, se apagó sin más. Pero no me da pena, porque todas las telitas se van al cielo.


5- Plancha para el pelo

Aquí me pegué un salto más o menos, porque esta la recibí hace como cuatro años nomás. Pero no por eso deja de ser uno de los mejores regalos de parte de Papa Noel. No es que no me guste mi pelo ondulado, pero ¡vamos! que la chasquilla me queda mejor lisa. Además, nunca más tuve que ir a una peluquería a “peinarme”. Ocasión especial que hay, ahí esta mi fiel plancha para dejarme la pelita brillosa y sedosa. Grande Pascuero!




Eso es todo. Este año no te pido nada, porque tengo todo lo que necesito y porque estoy muy a trasmano. Mejor llevale los regalos que me tenías guardados a la gente que lo perdió todo en el marrrdito terremoto. Ya tendremos nuestro reencuentro, Viejo Pascuero.

Ah… FELIZ NAVIDAD PARA TODOS!

FIN

PS: va mi video Navideño favorito para todos los que habitamos el hemisferio sur.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Soy una delincuente

Post dedicado a los 81 reos que murieron en el incendio de la Cárcel de San Miguel y a sus familias.

Es jueves en las Australias y como todos los días (salvo que este con caña)  me despierto y prendo el PC para hablar con mi gente en Chile. Abro Facebook para sapear qué hay de nuevo y para actualizarme rápidamente de las últimas novedades noticiosas, todo en uno. Y me encuentro con horror con que un incendio acabó con la vida de 81 presos en la comuna de San Miguel. ¡Bien muertos! comentan algunos. Y a mí, me HIERVE la sangre.

No es que sea anarquista ultronas de esos que piden la liberación de todos los “secuestrados del Estado” y no me voy a meter a filosofar respecto a eso de que el hombre es bueno y la sociedad lo corrompe. Simplemente, en el siguiente ensayo chanturri, quiero denunciar un hecho empírico: todos somos un poco delincuentes. La diferencia es que no pagamos por nuestros actos, porque somos “gente honesta y decente”.

No  hace mucho me comentaba con una amiga que estudió en el prestigioso y firulais Colegio Alemán de Temuco, que varios de sus compañeritos de curso, rubios de apellido no-español se robaban dulces del quiosco. Usted dira… ohhhh, pero eso no le hace daño a nadie, es una “travesura” nomás. Pues yo digo: con su capricho, esos “niños bien” le estaban perjudicando la Pyme a una señora – la tía del quiosco – que con esfuerzo se gana la plata para la cazuela,  y además, sin NINGUNA necesidad económica de por medio. Ahora bien, si usted ve a un cabro morenito, mechas de clavo y mocos colgando pelándose algo de un negocio, entonces ahí SI se trata de un flaite de mierda que merece las penas del infierno. Ese punga ya no es un niño haciendo leseras porque es joven y leso, sino que merece ser imputable ante la justicia porque a esa edad la gente YA sabe lo que es bueno y malo, señores!!!

Sigamos. Los  presos que murieron no eran todos psicópatas violadores de niños, sino en su mayoría ladrones de poca monta. De hecho, había un tipo cumpliendo una condena menor por piratear películas. No nos hagamos los pavos lesos, que en este terreno casi el 100% de la gente que conozco tiene tejado de vidrio, incluyéndome. Julito Bonito siempre me decía cuando yo era peque que “la culpa no la tiene el chancho, sino el que le da de comer”, y ese pobre cabro  vio una oportunidad de negocio en piratear blockbusters  porque está lleno de ciudadanos “decentes” dispuestos a comprarle todo el stock aunque sean puras versiones  grabada con cámara en el cine (puaj!). El tipo se va 60 días precioso con la mala cuea que se muere en un incendio: nosotros seguimos la noticia desde la comodidad del hogar, entre comentarios del tipo “que bueno que se achicharraron los picantes estos, menos pungas de los que preocuparse”.

Otro ejemplo. Según yo, uno de los peores problemas en Chile es el narcotráfico. No solo por la cosa de la droga, sino por la organización delictiva, por las peleas territoriales en las poblas, por la bala loca que le pega en la cabeza a una niña inocente mientras iba a comprar un Chocolito al negocio de la esquina. Pues bien, la “gente decente” no trafica, pero si COMPRA. De hecho, el mercado de la coca en Chile no está en la población La Bandera, sino en el barrio alto de Santiago, epicentro de la GCU. Pero no solos ellos, los “cuicos” alimentan la industria, sino también todos los que van a comprar pitos a las barriadas, muchos de ellos muy decentes estudiantes universitarios. Qué esto se soluciona legalizando la yerba? Puede ser, pero no nos pisemos la capa entre superhéroes: por el momento usted está siendo cómplice de los narcos. Pero usted no va a la cárcel, salvo que sea tan weon de andar con 10 pitos en los bolsillos y lo imputen por microtráfico.

Decir que además esta lleno de ladrones de cuello y corbata que no pagan por sus delitos y bla bla bla sería un lugar común de lo mas fome, así que mejor relataré un hecho con el que me toca lidiar por estos días. Estoy trabajando de vendedora en una tienda de vestidos, cuyos precios fluctúan entre 25 y 350 dólares. La pega me gusta un kilo, pero me estresa un poco estar pendiente de que nadie se robe los putos vestidos, porque resulta que las niñitas bien aussie, con su pelito rubio y carita de Nicole Kidman, con tanta fiesta de graduación y carrete pituco, NECESITAN una tenida nueva para el fin de semana y como ya usaron toda la mesada, no les queda otra que robar. Si las llegan a atrapar, no me queda claro que pasaría con ellas, pero sospecho que a parte de pagar alguna multa y llevarse el mega castigo de papi y mami, las Nicoles Kidman no se van a “Canadá”.

Y es que la gente “bien” merece el beneficio de la duda pues. Cómo le vamos a cagar el futuro a una chiquilla que a todas luces llegará lejos en la vida, no como el Cisarro.

Pero no es mi intención sermonear y hacerme la santurrona, así que sirvase leer el siguiente perfil:

Periodista de 29 años con un Diploma en Comunicación Corporativa de la Pontificia Universidad Católica. Suena bonito ah? Que niña más decente.
Ahora lea el siguiente prontuario:

-         Cuando estaba en la U, se robó tres faldas de la ropa americana de Maipú.
-         Fue cómplice del robo de una polera en Falabella, Mall Plaza del Trébol.
-         Manejó en estado de ebriedad en dos ocasiones, poniendo en riesgo su vida y la del resto.
-         Se quedó con el vuelto de más que por error le pasó una vendedora de retail.
-         Ha adquirido películas piratas en varias ocasiones.
-         Compra sin boleta en la cuneta de Patronato.
-         Bebió alcohol en la vía pública

Ok, ni cerca del prontuario de María del Pilar Pérez, todas son faltas menores, PERO que de una u otra forma perjudican a un tercero. Y esa es la semilla de la maldá: la falta de empatía con el dolor ajeno. Como cuando uno se alegra con las tragedias en las cárceles, ve?


FIN

lunes, 6 de diciembre de 2010

Liv mi alon, blodi sosayiti!


Varias veces leí en esas revistas femeninas que tienen en la peluquería y la consulta del dostor, que cuando una mujer bordea los 30, invariablemente le viene una crisis existencial. Pues bien, ha llegado ese momento para mí y debo decir que, si bien el concepto de crisis existencial me parece un poco MUSHO, efectivamente uno se pone emo.

Haciendo uno de mis famosos piscoanálisis chanturris, debo decir que tengo una teoría: muchas de las crisis etáreas que vivimos a lo largo de la vida tienen mucho, pero MUCHO que ver con la presión que la sociedad ejerce sobre nuestros pobres hombritos. Porque sí señores, he descubierto que no es mito, efectivamente cuando una llega a los 30 todo el planeta te EXIGE que hayas cumplido con ciertas etapas. La gente quiere saber CUÁNDO pretendes casarte; si ya estás casada, la pregunta es CUÁNDO pretendes tener hijos (porque se te va a pasar el tren o los cabros te saldrán con cola de chancho) y si ya tienes un hijo, CUÁNDO le darás un hermanito a tu mocoso, porque vieran lo malcriados y delincuentes que salen los hijos únicos! (cosa de ver a la Pérez nomás)

Esta situación puede, en teoría, parecer súper llevadera. Uno, como dice mi amiga Vane, debería responder con megáfono en mano PICHULA con la gente. Pero la realidad es que cuando las preguntas se hacen habituales, uno se empieza a apestar. Porque uno no es ná un roboc. La “persona humana” tiene sentimientos y se pone mal – o al menos se molesta - cuando le dicen esas cosas, para que vamos a mentir.

A la presión social ejercida por el círculo cercano, mediano y lejano se suma el comportamiento por imitación. Porque #confieso que antes de que mis amigas cercanas empezaran a quedar chaqueta, eso de tener críos no me tentaba nada. Pero cuando tu ami del alma tiene uno y le queda bonito, ya no te parecen tan gritones y cagones y se te mete la idea en la cabeza. Lo mismo ocurre con los matrimonios…cuando tus amigos se empiezan a casar, así como en patota, inevitablemente uno se pasa el rollo. A veces el rollo va acompañado de genuinas ganas de puro matrimoniarse, pero otras obedece a la sensación de que todo el resto sí y por qué yo no, Jebús!



Lo peor del caso es que a mí la crisis famosa esta me pilla en tierras lejanas y no es tan fácil encontrar el momento y la persona con quien echar puteadas. Más encima, para que se enteren, el primermundismo no es TAN progre como uno cree y la gente no tiene ni un empacho en opinar sobre lo que deberías hacer con tu existencia. Acá, más que nunca, la gente me ha preguntado por qué no me he casado, mientras que en Chilito ni mis señores padres, que son cincuentones de lo más promedio, andan preocupados de eso.

El momento más crítico lo viví en uno de mis trabajos voluntarios. Una de mis compañeras no paraba de hablar sobre su bebé, que estaba en China con sus padres pero que llegaría pronto de vuelta. Entre medio de la conversa, me pregunta si yo tengo niños y cuando le dije que no y que no estaba en los planes aún, ella me INFORMA que los babies son la parte más importante en la vida de una mujer. Luego se pone a discutir del tema con otra compañera y ambas meneaban la cabeza a modo de aprobación mientras argumentaban que las mujeres estaban siendo súper irresponsables al tener hijos tan viejas. Todo esto, para más re cacha, frente a una compañera de cuarentaitantos, que nunca tuvo hijos... por opción. Venguenzajenometro disparado.

Al parecer es un vicio muy extendido intentar uniformarle la vida a la gente. Para mi, que soy en general bastante tradicional y que #confieso sí me quiero casar y tener hijos algún día (CHAN!) ya es una joda. Imaginen como será para la gente que efectivamente se sale del molde chorreando y que no quiere casarse nunca, o que no quiere tener críos o que quiere tener hijos soltero o los quieren criar con su pareja del mismo sexo.

Buscando y buscando solución, o al menos una respuesta efectiva para sacarme de encima a los preguntones, llegue a varias posibles estrategias que revelaré solo porque ninguno de los destinatarios habla ni una palabra de español. A saber:

1-Decir que el tema ya ha sido conversado y que están descartados los babies para 2011, pero que se evaluará el 2012 una vez regresando a Chile. De ese modo, la persona se queda tranquila, porque no es que uno sea mujer desnaturalizada, sino que es planificadora no más.

2- Decir que en realidad tengo dificultades para embarazarme y que requiero tratamiento, el cual cuesta mucho dinero que en este minuto no tenemos. El interlocutor se sentirá como el ajo, pero bueno, quién lo manda a preguntar.

3-Decir que no voy a tener hijos sin estar casada. Y para casarme, tengo que juntar como 10 palos para hacer un matrimonio como DIOS y la Iglesia Católica, Apostólica y Romana manda... y en Chile, porque ni mi madre, ni mi suegra nos perdonarían casarnos lejos. De este modo, uno queda como la persona más conservadora y tradicionalista del planeta y no te webvean más.


Y eso. Bueno, no es que me guste andar mintiendo por la vida, pero si el preguntón no es nadie cercano (lo que debería per se eliminar la posibilidad de que te pregunte, pero ya vimos que no es así) me parece más efectivo este método. Mal que mal, mi objetivo no es defender mi forma de vida, sino que simplemente, que me dejen en paz.

FIN

PS: Si usted está en situación similar, siéntase libre de plagiar las respuestas 1, 2 y 3.
PS: Si usted es una de las personas que hace las preguntas, no lo haga más.
PS3. Una de las respuesta es , actually, verdá




lunes, 29 de noviembre de 2010

The Real Australia


Se que es politicamente incorrecto que diga algo así en voz alta, habiendo tanta gente que muere por irse a otros parajes. Y sí, ya se que esta experiencia es única y que tengo la media cuea por poder vivirla y bla bla bla...pero qué tanto: a veces,  Australia ME CARGA.

“Dentro a explicar”: uno se va de casa/país jurando de guata que va a un lugar mejor, donde va a ser más feliz porque hay menos problemas y menos gente weona, donde el medio ambiente sí importa, donde la gente es educadita y sabe leer de corrido... uno se va jurando que será más feliz sin Chile y sus problemas de tercermundismo aspiracional.

Pero la sensación de ser un outsider, un poroto en paila marina, un INMIGRANTE, es mucho más brígida de lo que la gente cree. Y les aviso a todos los que se quieren puro ir-se... vivir en un país que no es el tuyo NO ES FACIL. Este tema lo he conversado con mi rica e inteligente amiga Solito, que lleva en las Españas harto más que yo en las Australias. Tras largas horas de deliberación, hemos coincidido en que la cosa funciona más o menos así:

1ra ETAPA: EL TURISTA

Uno llega a su nuevo país y anda como huasito sacándole fotos hasta a la señalética, porque todo es novedoso, bonito, pulcro y primermundista. Todo lo encuentras mejor que en tu país de origen, más eficiente, más evolucionado. Si vives en cuncubinato, te emocionas hasta las lágrimas cuando vas a contratar plan de internet o  abrir cuenta bancaria y te preguntan tu estado civil: are you married?, single?, PARTNER?. Ahí se te olvida el patriotismo y hasta mencionas que en Chile eso de “de facto couple” no está registrado como posibilidad en el sistema, porque es un país de mierda que no reconoce a las parejas “de hecho” y la conchasuhermana!. En resumen: todo se ve color de rosa mosqueta.

2da ETAPA: PARECE QUE NO ERA TANTA LA MARAVILLA

Aquí ya dejaste de sacarle fotos a la señalética y comienzas a sacarle fotos a la gente, o sea, a los nuevos amigos que has logrado hacer en tu nuevo hogar. En esta etapa es cuando ya conoces las calles, sabes dónde ir, dónde comprar, donde NO ir...o sea, comienzas a discriminar. Porque ya te enteraste que en XX Road asaltan o que en NN Street andan los motoqueros con pistola y queda la cagá de cuando en vez por culpa de la marrrdita droga. También te enteraste que no todos los cajeros automáticos te dejan sacar plata gratis, que si alguien te deposita en tu cuenta bancaria desde una institución financiera diferente a la tuya el dinero no aparece en 2 días (CHAN!) y que si es un cheque, hay que esperar 4 (CHAN CHAN CHAN!)  porque para que sepan, en terminos de transacciones bancarias Chile le pega tres mil 538 patadas a Cangurilandia así que se echa de menos hasta al Banco Estado.

Además, como llevas varios meses ya tuviste la agradable experiencia de toparte con un pelmazo aussie, ya ni te arrugas con los gritos de la teenager en la calle ni menos por el olor a rayos que emana de los cuerpos de varios que no tienen la costumbre sudaca de bañarse TODOS LOS DÍAS. En esta etapa, te das cuenta de que no llegaste al paraíso, sino que a otro país nomás. Y para que se entere, TODOS los países tiene problemas.

Al que llegué, no tiene problemas de plata, pero en cambio tiene harta gente cagá del mate: drogas (duras), adicción al juego, alcoholismo, muertes en accidentes de tránsito por conductor curao como piojo, censatía por opción, deserción escolar y violencia.  The real dark side of the aussie moon señores. Y esto no me lo contaron, lo vi con mis propios ojales mientras trabajaba como representante de ventas.

Un día estaba en un Mall con mis colegas captando donaciones para los Perros Guías de South Australia. En mi mente, esta actividad debía ser del agrado de la comunidad. NOT. La mitad de la gente me dijo NO con cara de poker, otro porcentaje simplemente paso de largo como si yo no existiera, haciendo gestos de no molestar y hasta una niña bien rubia y pelolais (de pelo, no de sangreazul) me dijo cosas feas, a pito de nada y bien fuerte para que se escuchara hasta en Chile:

-Hello miss, Can I take a minute of your time?
-NOOOOO!!! FUCK YOU AND YOUR FUCKING PUPPIES, BITCH!!!!

El incidente me dejó “paralela”, pese a que mis colegas me decían que no me preocupara, que A VECES había clientes así, que no me lo tomara en la personal. Mientras ellos me decían eso, yo pensaba en que Chilito, South América, NUNCA fuí abusada de esa manera. Bueno, nunca antes había sido vendedora, pero en ese minuto decidí que si no dejaba esa pega luego, iba a terminar odiando este país. Y más vale que lo quiera harto porque me queda año y medio en Adelaide. Lo peor es que si me preguntan HOY, no me veo viviendo acá más que eso, porque al menos 1 vez a la semana pienso que este es un pueblo de mierda lleno de locos. Tal cual.

ETAPA 3: EL RESIDENTE
Es aquí cuando alcanzas el equilibrio y comienzas a mimetizarte con tu entorno, NO, no me refiero a perder tu “background”/ renegar de tus orígenes, sino a adaptarte a la nueva realidad. Ya no te sorprendes tanto con los weones violentos que le gritan a los vendedores, ya te acostumbraste a los borrachitos escandalosos en los bares, cambias el almuerzo por la cena, a los pelmazos los ignoras y ves las noticias porque ahora si te importa lo que ocurre acá. Comentas sobre la contingencia,  rabeas con los políticos igualito que en Chile y te da nervio la noticia policial del día, que siempre es sobre los motoqueros que se agarran a balazos o las peleas de curao en Hindley Street... the reality nomás po, con sus ventajas y desventajas.Yo diría que recién cuando se llega a esta etapa una persona puede decidir si le gustaría quedarse en “Tierra Abajo Bajo”  forever and ever and ever.



La cosa es que escoger un lugar donde vivir es como escoger marido...si te vas a casar, mas vale que conozcas BIEN al prospecto. Nada de sorpresas desagradables post luna de miel. Digo esto, porque he escuchado que hay harta gente que se “enamora” de un  lugar cuando va de paso y que luego se queda en permanente estado de ensoñación. Y sí, hay gente tiene una personalidad más “combinable” con ciertos lugares. Por ejemplo, la Gicha viviría FELIZ en Adelaide, porque todo es ordenado, ordenado y para ella eso es muy importante, pero como yo soy desordenada-desordenada no me encandilo con la pulcritud.

La gente que es money-orientated igual se tiene que puro venir para acá, donde está lleno de “economical-refugees” (como se autodenominó el simpático neozelandés que nos vendio el auto) provenientes de todos lados del mundo en busca del Australian Dream. Pero como a mi la plata me importa lo justo y lo necesiario, tampoco me encandila la posibilidad de hacerme millonaria. Yo, que soy people-orientated, estoy cagá, porque en todos lados hay gente como el lolipop, así que no queda más que verle el lado amable al asunto. Y tener puras buenas juntas. Vieran como se hace la vida más fácil. 

FIN



lunes, 22 de noviembre de 2010

La ridícula profesión



ES VERDÁ. Tal como se comenta, en las Australias uno puede vivir una vida digna lavando platos. Y es que hasta por el trabajo más churrete te pagan 15 dolares la hora . Por eso, de solo recordar que en cierta radio en la que trabajé en mis primeros años como periodista me pagaban 8 lucas DIARIAS me dan ganas de llorar y de no volver a mi patria nunca más. O sea, no estoy haciendo apología de Land Down Under, esto es un hecho puramente empírico.

Todos sabemos – o nos dicen - que en Chile si uno no tiene educación superior está casi que condenado a ganar el mínimo por siempre jamás.  En el mejor de los casos, si no tienes cartón, puedes  manejar un taxi, partirte el lomo 15 horas diarias y ganar casi lo mismo que un profesional. O ser minero por  450 lucas mensuales...pero siempre se corre el riesgo de estar 70 días bajo tierra sin poder cambiarse los calzones.

Así las cosas, uno sale del colegio con la mentalidad de que sea como sea, tiene que entrar a la U. De hecho, algunos colegios hacen ensayos PSU desde como 5to básico, así que cero disimulo. Otras opciones: Fuerzas Armadas (escuela de oficiales, eso si), Seminario (si es que el cabro pinta para cura) o Instituto Profesional (de buena reputación). Y sería. El más rebelde se mete a teatro, arte, música o literatura inglesa, pero igual está yendo a la Uni, como le dicen acá. Porque una cosa es no estudiar ingeniería, como habría querido el abuelo, y otra bien distinta es simple y sencillamente no estudiar ni una cosa. HORROR!



Acá en las Australias, por otra parte,  el que va a la Uni es the real minoría. Dice wikipedia que solo el 17% de los Adelaidianos tienes estudios superiores. Y apostaría que la mitad son chinos. La razón? No se necesita estudiar para ganar plata. En este país, comenzar un negocio – una empresa de fletes, por ejemplo - no cuesta nada. El que no  está ni ahí con ser emprendedor, innovador y todas esas macanas tan de moda puede optar a pegas en retail, bibliotecas, supermercados o restaurantes donde se hará un sueldo que si bien no lo transformará en millonario, sí le aportará los recursos suficientes para vivir dignamente. Es terrible de simple:  para que xuxa ir a la U a perder 3 o 4 años de mi vida productiva?

Sin ir más lejos, uno de los colegas más secos que tuve en la empresa de ventas directas de la que salí arrancando hace una semana (CHAN!)  ganaba en promedio 500 dolares diarios...vendiendo. O sea, el loco se hace como 120 mil dólares anuales, sin JAMÁS haber pisado una casa de estudios superiores. Y perdón, pero después de haberlo observado haciendo su pega, debo opinar que el tipo se los merece all the rato! Yo igual me merezco los 15 dolares la hora que me gano en el Bar del Club de Bochas, porque vendo ene, nunca he quebrado un vaso y los viejos me tiene cualquier buena, para que sepan.

El “pobre”aussie es, por tanto, alguien que no trabaja nada de nada y no muere de hambre solo porque recibe una pensión de parte del gobierno, que por lo que he cachado equivale a unas 400 lucas al mes. Parte de esos “pobres” no trabaja de puro pajero, otros son drogadictos y se la pasan el día echados en el sofa volados como piojos y algunos están de verdad interesados en buscar pega, pero no encuentran. Esta última opción yo no la entiendo, porque hasta yo que no hablo ingles bien tengo trabajo. (seguro que un trabajo que nadie quiere hacer, pero trabajo al fin).

El caso es que  la falta de chiquillos con aspiraciones académicas es justamente lo que permite que tanto profesional extranjero sea bienvenido a emigrar a Land Down Under. Simplemente, NO hay suficientes universitarios australianos para llenar esos cupos. Igualito que en Chili, donde hay tanto, pero TANTO weón con título que después de 5 años de estudio terminas ganand 350 lucas mensuales y una licencia por estrés. Como el loli. Para más re cacha, con tanta institución chanta por ahi, muchos de esos profesionales reciben una educación LO bodria en carreras inventadas, probablemente durante un carrete con Ron Mitjans.





Entonces uno se pregunta, así como en la volá introspectiva...cual es el punto de sacar chorrocientos mil locos con cartón al año, si no se necesitan tantos y al final un buen porcentaje termina siendo cesante semi-ilustrado. Y más importante aún: cuando llegará el día en que los técnicos, e incluso los trabajadores no calificados tengan sueldos dignos? Y no me digan que soy rojelia, porque Australia es capitalista todo el rato y lo más bien que la gente se gana la vida  limpiando waters. Uno debiera tener opción, digo yo,  y poder cumplir su sueño infantil de ser pintor de casas (como mi hermano) o peluquera (yo) sin culpa alguna y sin que te traten como analfabeto por ello. Nice dream...el día del peeeco.

FIN

miércoles, 10 de noviembre de 2010

I am not Jossie Grossie anymore!!!


Advertencia: El relato que leerá a continuación tiene solo carácter autobiográfico y por tanto, la autora no pretende obtener a cambio post del tipo “amiga pero si eres más linda que un pony”. Usted puede seguir considerando horri a la autora de este blog sin remordimiento alguno.

Cuando yo estaba en cuarto básico y los  compañeritos más precoces comenzaron a mirarnos a las niñas con otros ojos, uno de ellos me señaló con total desparpajo que nos habían clasificado en tres grupos: las bonitas (de preferencia rusias de ojos verdes/azules), las feitas (gorditas y morenitas) y las “pasables”...o sea, YO. 20 años después, y haciendo un psicoanálisis chanturri, estoy casi segura de que aquella clasificación escolar fue el origen de la pobre valoración del propio aspecto con la que cargo hasta hoy.

Sí, resulta que me juro fea, porque para mí eso de “pasable” sonó más a “en verdad eres fea pero no te lo podemos decir en la cara”. Algo así como lo que más tarde, sería conocido como “es suuuuuuuuper simpática la Valeria”.

La verdad es que en ninguna etapa de mi vida  calcé con los cánones de belleza. Cuando era chica-chica, ser bonita era tener el pelo clarito y los ojos ídem. Yo, morenita de ojos cafeces y rulos oscuros, nada que hacer. Ya más cerca de la adolescencia, el color de piel y cabello pasó a segundo plano y lo que a llevaba era tener tetas y poto. Yo, plana como una tabla. Ya en la media, había que ser coqueta y andar a la moda. Yo, cero estilo. Tampoco me preocupaba verme bien, así que ni siquiera me encrespaba las pestañas largas que tanta gente me alaba en el presente continuo. En resumen: siempre fui la amiga wena onda, NUNCA la mina del curso.



Recuerdo como si fuera ayer cuando por ahí por tercero medio, mi amiga de turno me señaló, a modo de consuelo y con cero convicción en la voz, que yo no era ni TAN poco agraciada. Ella también le advirtió a un prete que tenía y que quería organizar una “double date” que yo era SUUUPER SIMPÁTICA, así como para que el amigo que me “tocaba” a mí no se fuera a desilusionar tanto.

Ahora, en retrospectiva, me doy cuenta de que fea-fea nunca fui...pero eso daba lo mismo, porque en mi mente sí lo era. Y por lo mismo no me molesté en explotar mi flacura poniendo su wen peto para ir a las fiestas, o en pintarme la trompita, que ahora encuentro que es lo mejorcito que tengo. Ni brillito-frutillita Avon usé. O sea, mi coquetería era inexistente. Nula. Se reducía a bañarme todas las mañanas y echarme crema humectante.

El cuento es que pese a que según yo con los años me puse harto más preocupada, hasta el día de hoy hay gente que me reprocha la falta de producción. “No te sacas partido”, me dicen. Por otra parte, el consejo aquel de que “hay que creerse el cuento” nunca me hizo mucho sentido, ya que la verdad es que lo que menos quería yo era ser una mujer común y corriente que se juraba rica.

Pero weno. Lo extraño de este síndrome de ser fea mental es que yo tengo la suerte de tener a novio, que me dice todos, todititos los días que soy la niña más linda del mundo, a lo que yo respondo “me lo dices porque me amas y estas cieguito”. 

Imagine usted entonces cuál sería mi sorpresa cuando mi amiga Tash, que es rusa, o sea, regia, me propuso ser su modeloca para unas fotos que quiere hacer. Sí, tal cual lo lee, MO-DE-LO-CA. Yo, incrédula, le respondo “ME????????? WHY ME????” (No es falsa modestia, de verdad pensé que me estaba webiando) y ella con toda naturalidad me dice que “suuuuure, you look good, good face for photos”. CHAN!

Debo confesar que algún tiempo atrás pensé en hacer algo así como un photo shot al aire libre, como para regalarle las fotos a novio para el Día de los Morados, porque como él cree que soy la niña más linda del mundo... pero al final nunca lo concreté. De weona no más. Porque la verdad es que me moría de ganas de hacerlo, ponerme lo más lindita posible y salir la raja en los frame. Una especie de venganza cósmica por la foto aquella de Me Gustas Mucho.com (ver http://laridiculaval.blogspot.com/2010/09/que-plancha-gaia.html )

Así que ahora sí lo voy a hacer. ¿Cómo no? Si es como el sueño Miss 17, pero a los 29. Además, si salgo mal, photoshop lo arregla todo, hasta la piel de Cameron Díaz, que para que se enteren tiene acné. Así que na po... siento que esa sesión será como una catarsis final del largo proceso de exorcismo de la Jossie Grossie que habitaba en mí... y que según he leído, habita en el inconsciente de las mujeres más groseramente estupendas del planeta. Y para terminar, si la Kurkova puede ser modelo con una nariz cuática, YO TAMBIÉN CSM!

FIN





lunes, 1 de noviembre de 2010

Jefe, usted es enfermo de weón



Me acabo de pegar mi primera enfermedad en tierras lejanas. Tengo un bicho - súper famoso me dijeron-  que se llama adenovirus. Y como en las Australias hasta los viruses son asesinos, el desgraciado no se contentó con infectarme las vías respiratorias, sino que además me dio conjuntivitis y otitis. Puaj!. La cosa de los ojitos no la había tenido nunca y ha sido del terror, ya que eso de las gotas en el globo ocular no es lo mío. La segunda, no la sufría desde que era chica-chica y mi mamá me ponía un ajo con un hilo rojo en la oreja para aliviarme.

Salvao’ que tenemos seguro de salud, así que nada de ajos. Novio me llevó al hospital público más cercano, donde después de esperar 3 horas me atendieron regio y me mandaron para la casa con diagnóstico, remedios para el dolor y un anestésico para hacer gárgaras. Van los agradecimientos para Adelaide Royal Hospital.

Aunque me siento como el pichulín físicamente, lo que más me tiene mal del adenovirus es que se le ocurrió hospedarse en mi cuerpada días antes de mi estreno en pega nueva. Mala cuea es poco decir, considerando que ese primer día me tocó un training con clientes, sumamente high perfil, al que me no podía faltar. Y bueno, demás está decir que el doctor me recomendó 3 días en cama y no acercarme a ningún otro ser humano puesto que el virus y la conchasuheramana es sumamente contagioso. TUPENDO.

Usted dirá...bueno, la solución era llamar al jefe y explicarle la situación. Pero he aquí el meollo de mi estrés: casi toda mi vida he estado en trabajos donde enfermarse es un pecado mortal. Por algún extraño motivo, muchos jefes consideran que obligar a un funcionario a laborar infectado de virus y bacterias, mocos, tos, flemas o peor, DIARREA, con el consiguiente riesgo para su salud y la del resto, es un must para la productividad. “Pichicateate, levantate y vente a la oficina” me dijeron en más de una ocasión, con voz de poker (supongo que cara también, pero me lo dijeron por teléfono)

Una de esas veces en particular yo no podía comprender en qué sentido era bueno para la imagen de la empresa mandar a una profesional con tos de perro y tercianas a hacer una entrevista, pero weno, jefe manda. Cuando llegué al lugar, el entrevistado en cuestión al verme la pinta de tuberculosa (que por más que uno quiera NO SE PUEDE DISIMULAR)  me sirvió un tecito, me habló con voz compasiva y me mandó a acostar. “Las preguntas mándamelas por mail, chiquilla, nada que ver que te manden así”, me dijo.

Dándole una vuelta al asunto, es posible que este tipo de desconsideración sea parte del ADN tercermundista que llevamos dentro. Cómo olvidar el caso de Kristel, aquella pequeñuela apestosa -  lo dije y qué! – que se transformó en un HIT en Rojo Fama contra Fama, cantando (8) mueve el ombligo mueve oh oh oh yeah! (8). La mini-lola fue tan popular que dio conciertos en todo Chile, incrementando de ese modo el escueto ingreso de su familia, un “esforzado matrimonio de Talcahuano”, según decían los diarios... hasta que ocurrió aquello.

“Me duele la guatita. Se me pegó un yogurt” le explicó aflijida a su público la artista infantil una vez arriba del escenario, debido a que el manager, aka papito,  la hizo actuar igual nomás. Nada de andar inventando enfermedades, no sea floja mijita.

Escándalo. Rojo en el ojo del huracán. Rafa Araneda rasgando vestiduras. SENAME revisando el caso. Cagó tú carrera, Kristel.

Yo empatizo con la cabra.  A mí nunca nadiennn me cree que estoy enferma. De hecho, todo el mundo piensa que soy hipocondriaca. Y ya, reconozco que soy llorona, pero eso no implica que invente enfermedades. Y si me duele,  me quejo, porque no soy ná’ la Teresita de los Andes para dármelas de mártir y esperar que el señoro me sane. La cosa es que como soy pitíá, me pongo malita en promedio dos veces al año, lo que me quita puntos como trabajadora.  Yo encuentro que es LO injusto, porque  hasta los genios se enferman y no por eso se les cuestiona su calidad profesional pues!



Según novio, que vive en un mundo paralelo llamado sueldo y trabajo digno, el problema no soy yo, sino que es la empresa. Novio relata que en su ex trabajo, NADIE trabajaba enfermo. Si te sentías como el pichulín , simplemente avisabas y se ponía a otra persona a cubrir tus responsabilidades hasta que estuvieras en condiciones de volver, y más importante aún, de no CONTAGIAR al resto. De ese modo, el enfermo se recuperaba mucho más rápido y no había otras bajas en el equipo. Sentido común, que le llaman.

En cambio,  uno que es culposa  y ególatra jura que es imprescindible. Pero la verdad de la milanesa es que si la empresa no tiene como cubrir a un trabajador enfermo, es SU responsabilidad, no la de uno.

Recuerdo que en cierta compañía en que laboré ocurría aquello. Tenían el equipo completo de fútbol, pero no tenían banca. Así que, sobre todo los trabajadores que no pertenecían a las elites corporativas, simplemente NO podían fallar. Y no porque la ley no se los permitiera, sino porque la jefatura te hacían sentir un irresponsable de la peor calaña.  Luego, a la primera reducción de personal, estabas en la lista de los indeseables por “problemático”. Así, había gente que por el miedo a perder la pega, iba a laboral hasta con 39 grados de fiebre. La opción (ir al doctor y tirar una licencia) implicaba, eso sí, mamarte un sermón  sobre cómo tu poco compromiso con la empresa iba a provocar un tremendo problema con los turnos y la cacha de la espada. Es más, por TÚ culpa alguno de tus colegas iba a tener que hacer doble turno para cubrirte. Shis, las patitas! Pienso ahora.



Bueno, independiente de los jefes explotadores no falta el mártir por voluntad propia. En esta pega, sobre todo, conocí infinidad de gente que  se jactaba de no haber pedido licencia médica jamás, como si fuera un tremendo logro, algo para poner con mayúsculas y en negrita en el Ridiculum Vitae. Lo peor es que, como para demostrar superioridad sobre ti,  te lo restregan en la cara cada vez que pueden.

“Yo he trabajado con fiebre, con dolor de muelas,  hasta con una hernia, ah!”. Yo respondo, I´m sorry darling, pero la experiencia me ha demostrado que por mucho que te camisetees por tu empresa, si te agravas o te pasa cualquier cosa, uno tiene que aperrar solito. Y solito, tiene que correr con todos los gastos médicos y ni una cochina tarjeta te mandan para desearte que te recuperes. Ni un globito de Snoopy de esos que venden en Village. NADA. Tal como el caballo de La Granja de los Animales que trabajaba y trabajaba sin descanso,  una vez que ya no sirves, te mandan derechito al matadero.

Así que ya saben ya! Todos aquellos que viven este tipo de enfermedades culposas, para la otra cuídense, vayan al dostor, dejen la licencia en secretaría y no miren atrás. A las finales, al igual que las marrrditas enfermedades, que te pelen por cuidarte tampoco es culpa de uno.

FIN.

EPILOGO

La protagonizta de esta historia  se pichicatió, intentó poner la mejor cara posible y  fue a su training High Perfil, pero se la paso toda la mañana en el baño vomitando (disumuladamente). Jefe, al notar su cara de Gasparin, le sugirió quedarse en cama y volver el miércoles, cuando estuviera más recuperada y con mejor aspecto.  Según argumentó, un vendedor con adenovirus no sirve para nada. Sentido común, que le llaman.


lunes, 25 de octubre de 2010

Trabajo, trabajo, trabajo!!!


No mentiré. Realmente disfruté los cuatro meses sabáticos que me tomé en mi arribo a Land Down Under. Digo sabáticos y no de cesantía, porque la verdad es que no estaba buscando pega. Estaba buscando vivir, conocer, estudiar inglés, leerme todos los libros de la sección “Entertainment” de la biblioteca, ver todos los clásicos del cine que tenía pendientes, dormir y descansar. Una especie de jubilación de pre-pago. Un break en mi carrera que comenzó antes de salir de la universidad y que nunca había estado stand by tanto tiempo. ¿Pero qué tanta wea? Me quedan como 35 años de pega por delante - me dije – así que no me hará daño “perder” unos meses de curriculum vitae, principal preocupación de los opinólogos de siempre.

Este lujo contemporáneo que es ser mujer que no trabaja me lo pude dar gracias a Becas Chile, por supuesto (no soy ná Paris Hilton) pero igual el budget de este generoso aporte estatal es limitado y como está pensado para el estudiante en cuestión y NO para el estudiante +  la polola aperrada pero pobre, nos comenzamos a comer los ahorros. Literalmente, porque la comida es terrible de cara oiga.

Bajo estas circunstancias, la presión por conseguir pega rápido es evidente. Y no hablo sólo de las lucas – dólares australianos en este caso – sino de la horrible sensación de estar siendo mantenida y de tener que pedirle plata al señoro hasta para comprar adminículos femeninos. Not nice at all. No tengo nada en contra de las mujeres que escogen no trabajar y que deciden entregale su vida a su marido e hijos, pero yo no soy una de ellas. Yo soy como la Olguita Marina y estar de housewife me produce unos terribles ahogos. Así que por mi salud mental (y la del novio) era urgente que diera por finalizado mi periodo sabático.

Como dicen los New Kids on the Block, las cosas se hacen mejor (8) step by step (8) así que comencé desde cero en mi reinserción laboral. Empecé haciendo voluntariados para ganar experiencia, mejorar mi inglés y de paso ayudar a la comunidad y más importante aún, para conseguir referencias. Oiga, no me mire feo, si no soy la madre Teresa, y sepa que acá en las Australias, es muy dificil conseguir una pega sin referencias.

Resuelto ese problema, me enfoqué en mejorar mi inglés lo más posible en el menor tiempo posible. Fui a los grupos de conversación de la biblioteca y a todos los cursos gratis que encontré. Leí libros en inglés, el diario, los junk mail con publicidad que llegan a mi correo, vi programas australianos para tratar de entender el marrrdito acento y hablé con cuando viejito me topé en el paradero de la micro. La loca carrera por mejorar mi segunda lengua dio frutos y ahora parloteo de lo lindo en inglés igualito que lo hago en español, o sea, harto. Con un montón de errores y cantinfladas, pero que más da! A los gringos nadie los critica por hablar español como la mierda.

Minimizado el obstáculo idiomático, actualicé el Resumé y me puse a busca pega miechica!

Al principio estaba todo lo que es lost. No cachando nada. Así que vamos preguntando nomás. A los amigos chilenos, a los profes del instituto de inglés, a cualquier persona en la micro. Según recabé en mis mini encuestas al respecto, mi inglés era más que suficiente para un trabajo semi-calificado, así que “no need to clean toilet”, lo que fue un alivio, pese a que si la situación lo ameritaba estaba dispuesta a hacerlo, con el dolor de mi nariz.

 Despejada esa variable vino decidir en qué terreno buscar. Acá hay una página que se llama seek.com.au que es muy efectiva para buscar pega. Manos al teclado, busqué job opportunities en hospitality, restaurantes, telemarketing y, patuda yo, comunicaciones. Y me llamaron a mi primera entrevista.

Yo saltaba en una pata sintiéndome superwoman. Pero se me bajaron los humos rapidito, cuando los entrevistadores, pasándose por la raja las leyes antidiscriminación que abundan en este país tan multicultural, me señalaron que mi acento era un obstáculo para hacer telemarketing, así que no, gracias. Fue un duro golpe a mi autoestima, debo reconocer, y hasta me pegué una llanteada. Pero la rabia e impotencia que sentí me duró poco.  Me dije a mi misma “misma, si Schwarzenegger tiene acento Y trabajo, yo también puedo conchasumare!” y retorné a seek.com.au.

Mi segundo intento fue tragicómico, por decirlo de alguna manera. Vi un aviso para ser vendedor puerta a puerta que prometía ganar cualquier dólar y que ofrecía training, por lo que no era necesario tener experiencia. La raja, pensé, terrible de easy. Fui y quedé de una. “Tan fácil?” pensé, con un dejo de inquietud. No podía ser TANTA la maravilla. Y no lo era. El primer día me llevaron a un barrio llamado Elizabeth (como la reina) pero que no tenía NADA de aristocrático les diré. Básicamente, me abrían la puerta australianos en pijama, drogados con metanfetaminas según yo (Breaking Bad style), que antes de decir “what the fuck you want” le gritaban a la que supongo era la esposa.  “Shut up bitch” le decían,  mientras ella le reclamaba a todo pulmón que cerrara la puerta para poder seguir en lo de las metanfetaminas.

El segundo día me llevaron a un barrio de puros italianos. Ahí llegabas a golpear a una casa que llevaba un sticker con la leyenda “SOMOS CATÓLICOS. Todas las otras religiones, por favor no tocar la puerta”. Considere usted que quien me acompañaba era un pakistaní e imagine mis nervios. Me abre un italiano como de 90 años.

-“Hello sir, I´m Valeria, from Optus”
-I don´t understand English…do you speak Italiano?
-No sir, just Spanish and English..
-No noooo! Italiano! Send someone who speak Italiano!!!

El tercer día ya estaba hasta las cachas. Andaba odioseando, dormía mal, tenía pesadillas con música Bollywood de fondo y toda la challa. Porque el otro detalles es que todos los otros vendedores de mi equipo eran Indios y hablaban en punjabi entre ellos y yo no sabía si me estaban pelando o qué. Así que después de meditarlo con la almohada y conversarlo con algunos amigos, salí arrancando. Cesante de nuevo.

Pero verá, como yo soy seguidora del gran filósofo Jean Claude Van Damm, pensé “retroceder nunca, rendirse jamás” y volví a seek.com.au. Con la ayuda de novio, encontré una nueva pega en ventas, pero esta vez in door. Y como tengo el charming latino parece  y a las finales mi acento daba lo mismo porque es “so cute”,  me dieron la pega. Full time. Paralelamente, la polola de un amigo australiano me recomendó para un trabajo casual sabatino como Bar Tender de un Club de Bowling, que NO ES como el que juegan los Picapiedras, sino una especia de “bochas”. Van casi puros viejos que son LO simpáticos y me tiran tallas y me tratan como yeina.  Buenos pa tomar los viejos, así que me entretengo un kilo y me gano unos lindos 15 dólares la hora, sirviendole su Cooper Pale Ale a los bocheros.

¿Que busque pega como periodista? Mi sistema (8) step my step, uh baby (8) me lo impide por el momento, pero ya llegaré ahí cabros, ya verán!

FIN



lunes, 18 de octubre de 2010

Qué saen de Australia?


Cuando uno se va a otro país escucha un montón de cosas. “Dicen que la gente allá es de tal forma, que se trabajan tantas horas, noooo si es otra cultura oye”, etc etc. Pero otra cosa es con guitarra y pasado un par de meses uno cae en cuenta de que no llegó al paraíso, sino que a otro país nomás, como dice mi amiga Solito. Este en particular, donde llegué yo, es bastante agradable fíjense, pero igual tiene sus mañas,  porque nada es ferpecto.

Igual, la percepción de lo que es bueno o malo es más bien subjetiva. Por ejemplo, los cigarros son super requete caros acá, al igual que el alcohol, y a uno que es vicioso le parece que es terrible, pero a la gente sanita le gusta, porque además con los mega impuestos que le ponen a los puchos y el copete se financian cosas para el país. Y es que así funciona el primermundismo, pues.

Bueno, como ando positiva y de todos modos me tengo que quedar aquí al menos dos años, he decidido hacer una lista de cosas simples que le ponen el tono desarrollado a las Australias y que podrían, ejem, copiar en Chile,  ya que tanto nos gusta inspirarnos en los paises de habla inglesa. Pase, lea y tírese los pelos.

Los baños públicos

En chilito muchos se quejan de que la gente se la pasa encerrada en el Mall, por culpa del maldito consumismo. Yo creo que la explicación es más simple: el único lugar donde uno puede pasear en Chile sin tener miedo de que le den ganas de hacer caca es el Mall. Porque resulta que en ninguna otra parte hay un simple, barato y hediondo baño público. Acá en Adelaida, en cambio, hay waters en todas partes. Algunos de ellos funcionan con energía solar, proveniente de unos paneles instalados en las plazas, y que son caros una pura vez porque después funcionan solos. Estos baños (gratuitos) no son una oda a la anti-estética como esos podridos baños químicos que ponen en los conciertos del Club Hípico, sino que son bonitos y combinan lo más bien con el entorno. Uno apreta un botón, se abre la puerta, suena música incidental para que se relajen los esfínteres más fácilmente y uno puede tranquilamente sentarse en el toilet, que por lo general se ve bastante limpio. A su derecha, encontrará un dispensador de papel higuienico, usted apreta un botón y sale la cantidad adecuada para que usted se limpie el poto. No más, porque hay que pensar en el medio ambiente. Posteriormente, usted puede lavarse las manitas en un regio lavamanos con dispensador de jabón. Se apreta el botón para salir, para la música, se cierra la puerta y usted escucha como automáticamente se tira la cadena. La caca nunca huele a flores, pero al menos uno no tiene que andar metiéndose al Mc Donals a la mala para hacer sus cosas.



Las bibliotecas

Hay una en cada barrio. Las manejan los councils, que vendrían siendo el equivalente al municipio, y son absolutamente gratis. Usted va con su identificación, un comprobante de domicilio (la cuenta de la luz, por ejemplo), llena un papelito y en 10 minutos tiene su tarjeta de miembro. Con ella, uno tiene derecho a sacar libros por hasta 4 semanas, películas y discos de música. También hay revistas, mapas ruteros, libros hablados para los ciegos, DVD para niños, acceso a internet gratis, sillones de colores, etc etc. Si uno se pajaronea y se atrasa en devolver algo, le cobran una pequeña multa, pero casi siempre si es uno o dos días te lo dejan pasar. Nadie se roba los libros, porque es ridículo, los libros están ahí, uno los puedes sacar cuando quiera y son de todos. ¿Piratearlos? Para qué? si los puedes sacar de la biblioteca!. O comprar nuevos a un más que razonable precio, porque no tiene ningún ridículo impuesto que los encarezca. Esto si que es the real comunismo. Lo más parecido a estas bibliotecas que he visto en Chile son las Bibliotecas Vivas de Mall Plaza, lo que no deja de ser un poco deprimente. Y bueno, la regia Biblioteca de Santiago, que le queda a 20 estaciones de metro nomás! Que usted es “provinciano”? que me importa, yo soy santiaguino.



La jornada laboral

Acá se trabaja 38 horas semanales y punto. A las 5:30pm, la gente se va para la casa a cenar con su familia, a hacer deporte, a buscar una película a la biblioteca, a tomarse una chela,  o lo que sea que quiera hacer con su tiempo libre. Cuando yo cuento que en Chile uno sale de la pega tipo 7:00pm, me miran con cara de poker. “But you need to balance your personal life and your work” me dicen, como si fuera lo más normal del mundo los muy cu$%&%&&. También existe mucha oferta de trabajos casual o part time, de modo que si por ejemplo tienes cabros chicos y te quieres dar el gusto de pasar más tiempo con ellos, lo puedes hacer. El sueldo no es menos de 25 mil dólares al año y puede llegar a niveles que me da pudor repetir. Usted dirá “pero es que Chile es un país en vías de desarrollo, necesitamos trabajar duro”, yo le respondo, si uno trabaja full esas 38 horas, produce igual o más que si está hasta las 7:00 de la tarde calentando el asiento o web-viando. Para más re cacha, en la empresa chilena si uno se va a la casa a la hora que corresponde, te ponen apodos tan juleros como “zapatilla de clavo”. Basta chilenos! Si vamos a copiar, copiemos bien!

  
El medio ambiente
Desde pequeños detalles como que las bolsas del super se cobran, ya que son reusables, hasta una cantidad ridi de productos reciclados, pasando por los tarros de basura con separación para orgánico-no orgánico, este el país más amigable con el medio ambiente en el que he vivido! (de 2, pero igual). Todo, pero TODO tiene algún detalle ambientalista. Los mails, vienen con un PS que versa “antes de imprimir este correo, piense en el medio ambiente” y uno efectivamente se siente culposo de andar imprimiendo weas. La cuenta de luz, viene con un gráfico que muestra cuántos gases de efecto invernadero emitiste este mes, algunos electrodomésticos con tecnología de eficiencia energética tienen una rebaja de precio gentileza del Gobierno, y casi todos los water tiene doble descarga: un botón para el pipito y otro para la caquita, que echa más agua. En los baños públicos, hay un cartelito que muestra como lavarse las manos eficientemente sin gastar el vital elemento de más. Lo más original hasta el momento me ocurrió cuando fui a sacarme rayos X de la espalda por ese lumbago maricón que tenía cuando llegué. Una vez que el procedimiento se acabó y me fui a vestir, me encuentro con un cartelito que me invita a quedarme con la bata especial para radiografía que me pasaron, ya que no se puede volver a utilizar en el Hospital, pero sí me podría servir a mi para jardinear, cocinar, pintar, darle de comer a la guagua, etc etc. Primera ley de la termodinámica: “Nada se destruye, todo se transforma”, así que la batita hospitalaria ahora es mi delantal de cocina.



Los impuestos
Yo me pregunto... la gente que se la pasa soñando con ser primermundista, pero se engrifa  cada vez que se habla de política tributaria, ¿de dónde cree que viene la plata de los países  desarrollados? HELLO! Solo a modo de ejemplo: A las empresas australianas el estado les  cobra un 30% de impuestos sin excepción, incluiso a las mineras, que son al igual que en Chile la principal fuerza económica del país. De hecho, el ex Primer Ministro, Kevin Rudd (que me caía tan bien) trató de subir el impuesto a la minería al 40%, por tratarse de un recurso no renovable... y bueno, no mentiré, quedó la caga. Pero al menos fue por un 10% de incremento y  no por un cagón y vergonzoso 3% como en chilito. Pero bueno, que se puede esperar de una economía donde 33 mineros se quedaron 69 días sin poder cambiarse los calzoncillos porque a la empresa le sale más barato pagar multas que cumplir normas de seguridad. Si aún no lo convenzo de la conveniencia de revisar este aspecto, le cuento que en todas las carreteras que he recorrido acá NO HAY PEAJES. Ya están pagadas y requetepadas. No me diga que no le gustaría recorrer la Ruta 5 sin tener que parar cada 100 kilómetros a desembolsarle 2 lucas a un pobre ser humano con cara de peaje indómito! Ve que igual es bonita la propiedad  pública?.

El deporte
Cualquiera que vio jugar a los “Socceroos” en el Mundial cacha que Australia no le pega mucho al fuchibol. Pero no es que sean malos pal’ deporte, sino que por el contrario, tiene tantos pero TANTOS deportes que los buenos atletas están más dispersos y no todos achoclonados en la selección de balonpie. El canal de deporte de la tele a color le llea: Footy (puaj!) Rugby, Tennis, Hockey, Netball, Cricket, Basquetball y un largo etc. Y no es que un pequeño porcentaje de gente sea atlética, sino que es como que el país completo es “sport orientated”. Uno va a los parques, y ve viejitos de 70 años corriendo, con shores cortos y todo. Como está lleno de ciclovias, no es raro tampoco ver gente de todas las edades movilizándose en cleta. Está plagado de canchas públicas de lo que usted pida, incluso de Golf. Yo les juro que he tratado de meterme en el sistema, pero el único deporte que me va es el Pool. ¿Qué no es deporte? Pero si sale en ESPN!!



FIN