lunes, 27 de septiembre de 2010

La ridícula libertad



Hace tiempo que decidí que(8) quiero ser libre, libre libre como el viento (8), como dice el poeta Ley Rey. Puede que haya venido con esa idea desde el día en que nací por cesárea y de siete meses, porque me dio paja seguir dentro de la guata de la Gicha. A parte, nací un 14 de Julio, lo que según Julito Bonito me otorgó una suerte de estampa insulgente. (ver wikipedia)

Como sea, eso de alcanzar la libertad no es nada de easy. Estamos hablando de un propósito no menor y lleno de contradicciones, ya que he llegado a creer que a veces ser libre implica ESCOGER no serlo. O al menos no en el sentido gringo de la palabra. A veces cuesta entender, por ejemplo, el afán de algunas musulmanas acá en las Australias por taparse hasta la punta del deo del pie.  Reconozco que mi cristiano-occidentalismo me traiciona y me choca un poco verlas así a pleno sol, pero ¿qué sé yo si ellas ESCOGIERON llevar ese atuendo, en un país que no se los exige? De hecho, acá he visto mujeres claramente blancas usando ropa  musulmán style, porque seguro se casaron –voluntariamente- con uno. O capaz que se convirtieron,a lo Muhammad Alí, aka Cassius Clay.

Por eso digo que el concepto de libertad es complejo, engañoso, engrupidor y marrano. Una novela de ficción para los enojados con el imperialismo yanqui. Un concepto que hay que restringir para los paternalistas que están preocupados del destino de nuestras almas. Una utopía para los pesimistas. Bueno, de eso yo que sé, no soy filósofa como la Tere Marinovic (y la conchasuhermana).

Por ejemplo, he escuchado mucho eso de que somos “esclavos” del sistema, y por eso no somos libres aunque nos vendan la pomá de la democracia. La gente que anuncia esto suele hablar del sistema como algo externo, algo que “alguien” nos impuso para poder explotarnos como pilas de la Matrix. Pero esta teoría no toma mucho en cuenta que todos somos parte del sistema. Esto va a sonar como para que me tiren fruta, pero según yo, si no te gusta el sistema, uno se puede SALIR. Hay gente que se niega a usar celular, que no tiene tarjetas de crédito de ningún tipo, que compra lo estrictamente necesario para sobrevivir y que incluso se las arregla para ser su propio jefe, porque se niega a trabajar para grandes corporaciones o para cualquier clase de big boss. YES YOU CAN.

Así que  ya tú sabes: no es que sea imposible salirse del sistema, lo que pasa es que es difícil y de paja. Pero si uno quisiera, o más bien si TODOS quisieran, el sistema no existiría más. Lo difícil es asumir que al ser humano puede gustarle el maldito sistema, pero eso es otra cosa. Así que mejor pasemos a un tipo de libertad que depende bastante más de uno y de nadiennnn más que uno: sacarse de encima el yugo de la opinión ajena. Chan!

No hablo de esa gente que se pavonea diciendo que “no tiene pelos en la lengua” y luego usa la lengua para insultar públicamente a su antagonista de turno, Pamela Diaz style. NO. Hablo de vivir liberado de culpas, etiquetas, el deber ser y toda esa sarta de weas que nuestro círculo social cercano, mediano y lejano nos impone, porque nosotros nos dejamos para más re cacha.


Un ejemplo de este marrrdito sistema es cuando por esas cosas del destino naciste en X familia de X clase económica. Todos esperan que te comportes de X forma, para mostrar tu pertenencia a ese grupo como si uno tuviera alguna responsablidad en eso. Me molesta que a los cuicos que no son lo suficientemente cuicos o usan alpargatas se les tilde de “abajistas”, como si por haber nacido Matte, Líder o Falabella estuvieran obligados a ser pelolais. O vice versa. Uno debiera poder ser lo que quiere ser independiente de dónde o cómo le tocó nacer por cuea o por falta de ella.  Como el travesti de Todo sobre mi Madre, cachai?

Una vez en el cumpleaños de un amigo, una de las invitadas comentó luego de hablar conmigo que yo era una “cuica renegada”. Esto, a raiz de que esta persona había estudiado en Conce, y cuando le dije que yo vivía en las Lomas la loca me puso sin más la chapa. Y claro, se le hizo disonante mi hablamiento, pensamiento y ropamiento con esa chapa (mal puesta, porque todos saben que mi familia son Los Venegas) y decidió sin más que yo era una cuica tratando desesperadamente de no serlo o de no parecerlo, que para el caso es lo mismo. Cuica, moi?.

La misma lesera ocurre la vida que uno sí escoje, como la carrera que se estudia. Ahora, mirando con distancia, entiendo lo absurdo de ese uniforme civil llamado “estilo”. “Estilo” periodista, “estilo” sociólogo, “estilo” arquitecto, etc. etc. En lo personal no sufrí las consecuencias de no calzar con pero conozco gente que lo pasó pésimo porque era diferente a como se supone que se es en X facultad. Mateos universitarios también hacen bulling, titularía LUN.

Uno es ser humano débil y tiende a caer en ese tipo de prejuicios castrantes. Lo reconozco absolutamente. Pero desde que puse en marcha mi plan para ser libre (8) libre libre como el viento (8) he intentado disminuir este comportamiento a su mínima expresión con distintos niveles de éxito.

La primera medida que tomé es dejar de andar dando explicaciones por todo lo que hago, aunque cuesta y cuesta harto. Uno se siente casi delincuente cuando es encarado por X persona sobre el porqué uno hace tal o cual ridiculez, cuando en verdad el delincuente es el barsuo que cree que sabe mejor que tú lo que es bueno para tú vida. Ni la Gicha me dice qué hacer y eso que la Gicha sí es referente. Patá en la raja para ellos.

Mi segunda medida fue dejar de  tener “placeres culpables”. Desde ahora son placeres a secas nomás. Ponerle el apellido culpable a algo que  a uno le gusta genuinamente no tiene sentido. Si uno lo piensa un poco, es un sometimiento (voluntario más encima) a la opinión de un montón de pelotudos que se creen agentes de la policía del buen gusto. ¿A quién le importa si me gusta Chayanne? o el regaetton? ¿Qué tal si me se la canción de la pasarela y la gata vanidosa? ¿No hay suficientes fans de Pink Floyd y Jethro Tull ya?

Como tercera medida, decidí dejar de sentirme mal por ser ridi. Es TAN liberador dejar de estar pendiente de parecer inteligente, culto y profundo. No digo que no haya que ser todo eso, pero creo que la personalidad unidimensional es tan bu aburrida. Por supuesto que hay veces en que hablo en serio, MUY en serio, pero que paja andar todo el tiempo pendiente de ser intelectuals. A parte es totalmente falso...nadie, ni siquiera Lisa Simpson, se la pasa el 100% del tiempo preocupado de cosas importantes.

Esta tercera medida es probablemente la más dificil de las luchas, porque implica, en lo efectivo, no estar ni ahí con que te encuentren weona. Pero me niego a permitir que otro ser humano, que no es ningún Sheldon más encima, me venga a exigir estándares de intelectualidad. Yo hago lo que se me para la raja con mi cerebruto, y si eso es hacer un speech sobre Heidi Klum, esto en mi legítimo derecho. Y la cacha de la espada!


Estaría mintiendo si digo que no me importa nada lo que se diga de mí, en mi cara o en el mundo del pelambre, pero siento que vale la pena intentar bajarle el pelo a los cuatrocientos mil juicios de valor desinformados y antojadizos que la gente hace solo porque se puede y es gratis y no quedan muchas cosas gratis en este maldito sistema.


FIN


PS: Si usted estaba esperando leer sobre la liberación de Palestina, la libertad de prensa, la opresión del modelo neoliberal, la lucha de ETA, IRA y las FARC, etc etc, hay miles de millones de otros blog donde lo puede hacer. Por su atención, muchas gracias.

PS 2: Para más información sobre como vivir liberado del yugo de la opinión ajena, buscar "Phoebe" en Youtube.

  

lunes, 20 de septiembre de 2010

Lo que más echo de menos de Chile por culpa de las Fiestas Apátridas




A mi la cosa patriótica como que no me viene bien. Una de las razones es que el nacionalismo me patea, ya que me ocurre que nacer en X pedazo de tierra soberana no reviste mucho mérito. Otro factor determinante es mi falta de memoria para fechas y eventos históricos. Mi RAM está ocupada con datos sobre series y películas y anécdotas ridis de tiempos pasados, así que no le queda espacio para recordar cuándo fue la Batalla de Maipú o el abordaje de nuestro Prat o el asesinato del Manuel. No por nada saqué 550 puntos en la PAA de Historia de Chile pues.

Que yo no sea patriota, chauvinista, nacionalista y/o fanática de la Parada Militar no me hace menos chilena eso sí. Porque yo AMO Chile. Le amo porque ahí nací y me crié y me gusta cómo es la gente buena person y la comida y la música y que se yo. No ando preocupada del orígen de la cueca (que según leí en youtube la inventaron los Peruvians) o del pisco (leer el paréntesis anterior), porque encuentro que esas discusiones son weonas y no me gusta el pisco tampoco.

Lo que si me gusta es el 18 de Septiembre, es mi feriado favorito EVER porque implica comer y beber y bailar. No sé bailar cueca, pero le hago a la cumbia y no creo que a Chile le importe mucho tampoco. En fin. Me gusta celebrar el cumpleaños de mi país y este año, porque estoy viviendo en una galaxia muy muy lejana, más ganas me dieron de celebrar, tongo bicentenario o no. Homesick, diría Sheldon.

Ya había adelantado algo en facebook, pero igual...aquí les dejo mi lista de cosas que echo mucho de menos de la República de Chile y que demuestran que soy más shilena que los porotos con rienda, el mote con huesillo, los calzones de lana­­ y las longas de Chillán juntas.

-Mi familia

Soy mamona y qué? No le veo nada de malo a tener mamitis o papitis aguditis como decían los antigüos.. Tampoco es que me de tan seguido, porque hablo con mis padres por Skype almost every day. Por lo mismo, lo que más echo de menos no es saber de ellos o conversar, sino el regaloneo. Echo de menos los huevos con longa que me hacía Julito Bonito de desayuno y cuando me iba a buscar en la camioneta a todos lados. Ahora tengo que andar en bici y no me puedo exceder con el alcohol porque te pasan el medio parte y ahí lo echo MÁS de menos. También echo de menos a la Gicha sacándome las pelusas de la ropa y diciendo “tonto, mil veces tonto” en vez de una chuchada porque ella es una lady. De más está decir que extraño a Felipe con sus historias de sobrevivencia extrema. O sea, mi hermano MENOR mató y se comió un roedor en las  montañas de Aysén para no morir de hambrita. Chúpate esa.

-Mis amigos

Tengo la buena cuea de tener los mejores. No es de patera, es de verdá. No hay otra gente en el mundo que entienda mis ridiculeces como ellos, que se rian CONmigo y yo CONellos por horas de horas hasta la eternidad. A parte de la diversión for free siempre han estado en mis más peores momentos y me hacen querer ser mejor persona. Yo trato de ser buena ami, pero siento que nunca es suficiente entrega, Mal que mal, aunque me digan que soy naive, los afectos son lo más importante en este mundo. Además, mas vale tener amigos que plata. Sino me creen, vayan y pregúntenle a María Joaquina cómo se sintió cuando le hicieron la “ley del hielo”.


-Los garabatos

Si hay algo en lo que  mis padres fallaron a la hora de educarme fue en su lucha contra el vocabulario soez. Soy garabatera a piso, Me gusta decir ordinarieces y en incontables ocasiones se me salieron unas buenas chuchadas en momentos y lugares inapropiados (hay un par de niños pequeños preguntándose que significa vieja conchatumare y la que te parió dando vueltas por ahí). Mi amor por las malas palabras proviene del hecho que las considero un signo de identidad muy potente. Por ejemplo, la mejor forma de saber que alguien es chileno en el extranjero es cuando lo escuchas decir weón. Ahí no te queda duda de que es un compatriota y uno se siente como en casa. Yo digo harto garabato acá, donde además nadiennnn se da vuelta a mirarme con cara de censura, porque la mayoría de los Aussies no entienden ni una palabra de español. O de chileno, en este caso.

-El español

No es que extrañe hablar español (¿o creían que con novio hablamos inglés en la casa?), lo que extraño es ESCUCHAR español. Música en español, películas en español, programas en español en la tele a color, etc. Gracias a todos los dioses que existe la web y Youtube y si a uno le baja la nostalgia lingüistica puede acceder a los videos de Chayanne o que se yo. También en el canal SBS tiene noticias en todos los idiomas y si ya el languagesick es mucho veo las de Televizión Ezpañola y listo. Las noticias de Chile solo las dan los domingos eso sí, y son entera fomes.

-Mónica Pérez

Les cuento que contrario a lo que mucho suponen, los Aussie no están ni tan a caballo en la cosa tecnológica. De hecho, como no tienen fibra óptica con el resto del mundo, ver tele a color on line es un PARTO. En ese sentido, lo que más extraño de la TV chilena es a mi periodista-rostro-ancla favorita: Mónica Pérez. Nadie como ella para decir las noticias con un tono medio en broma y tirar tallas oportunamente criollas. Así que señores de canal 24 Horas: cuando manden las noticias para el SBS, por favor, no pongan a la peliteñida de Carla Zunino que no parece chilena por ningún lado, pongan a NUESTRA Mónica Pérez, ¿ya?

-La Cuneta (aka comercio ambulante)

No les voy a mentir diciendo que acá uno no encuentra productos baratos. Hay una tienda que se llama “Cheap as Chips” donde uno le puede llevar shampoo Made in China por solo un dolar con noventa y nueve. Pero en ningún caso es lo mismo que la tradicional Cuneta chilena. Para comenzar falta la calidez humana del caserito y para segundiar, la posibilidad de regatear. Además, la variedad de productos que uno puede encontrar en la Cuneta es impresionante: corta uñas, vestuario, revistas, alimentos perecibles y no perecibles, películas de cine arte checo... todo lo que usted necesita ilegalmente en una sola calle.


-El transporte público

No, no estoy webviando. En Chile, y en particular en Santiago, andar en micro es del terror, pero al menos pasan relativamente seguido y hasta altas horas de la noche. A parte está el bakán METRO, o uno puede en último caso tomar un taxi y llegar a su casa por 2 o 3 lucas. Resulta que acá las micros tiene un timetable que se diseña según la demanda de pasajeros y hay que considerar la contaminación pues, mate, así que el bus pasa cada media hora en día de semana y cada 1 hora a partir de las 8 pm,  fines de semana y feriados. Lo bueno es que es siempre a la misma hora, entonces uno puede planificar su viaje de verdad, pero no deja de ser una joda. Recuerdo que cuando llevaba 1 mes acá se me ocurrió ir SOLA a un outlet que queda a la xuxa del mundo, cerca del aeropuerto. La ida no fue un problema, el problema fue la vuelta: llegué un minuto tarde al paradero de la micro que llega a mi casa, vi pasar el bus frente a mis ojos mientras trataba de cruzar la calle  y cuando revisé la puta timetable constaté que la próxima micro 145 pasaba exactamemte en 1 HORA MÁS. ¿Mencioné que hacía frio?

-Votar

Perdí mi ciudadanía cuando me vine a las Australias y acá como tampoco soy ciudadana no puedo votar. Bloody Hell. Con lo que me gusta la "fiesta cívica"...así que ya sabí ya Piñera, anda cumpliendo lo que prometiste sobre este asunto o no pienso votar por ti para la reelección que estai planificando, quedamos?

-La comida y la bebida

Bueno, ya había mencionado antes que los alimentos valen su precio en oro acá Down Under, pero igual si uno es pillo y sabe dónde y cuándo comprar puede llevarse la canasta familiar a precio Líder, por ejemplo. Los supermercados además tienen productos de marca propia que son bastante dignos, así que a pura harina, azucar y aceite “Coles” hemos logrado ajustarnos (casi) al budget Becas Chile. El problema es que hay algunas cosas que NO HAY. Son pocas y uno se las arregla con sucedaneos, pero cuesta un poco encontrar el producto equivalente, sobre todo porque las etiquetas están en inglés o chino. El manjar lo logramos hacer hirvendo leche condensada y el pebre del 18 lo hicimos con ají verde oscuro, pero que más da.
El tema de los bebestibles es otro cuento. Una botella de 600 ml de Coca Cola cuesta 3 dólares (luca y media), así que si te da sed en plena calle, obligado a pedir agüita. El copete es CARO (debido a una “extraña” política tributaria que carga más a todo lo que es dañino para la salud y menos a cosas como ...los libros) y la cerveza que uno puede pagar es más mala que la xuxa. A mí al menos la famosa VB me da acidez, sin mencionar que a una amiga una vez le salió una POLILLA dentro de su lata. El vino no es malo para nada, pero una botella buena no cuesta menos de 8 dólares. Tampoco existe el Carmenere, que es una cepá casi exclusivamente chilena. Y acá el Chilean Wine es LO caro, porque mandan lo mejor y viene de un poco lejos.

Eso. Así que chiquillos, no reclamen tanto y vayan apreciando más esos pequeños detalles que hacen de nuestro país un lindo hogar.

FIN

Bonus Track:

-Los puchos
No lo puse en la lista oficial porque aún me quedan cajetillas de Kent que compré en el Duty Free, pero de solo pensar que esos cigarritos se me van a acabar tarde o temprano me duele la guata. SIÉNTESE, FUMADOR: mis tradicionales Kent 4 acá al parecer viene con filtro di oro, porque cuestan nada más ni nada menos que 12 dólares la cajetilla. Pronto voy a tener que andar como los locales, envolviendo tabaco en papelillo con cara de mariguanera principiante. MAL. ¿Qué mejor deje de fumar? NO JODA.

Ahora sí...

FIN.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Clásicos de la pista










No se si les pasa, pero ahora que bordeo los 30 me ha dado por recordar mi “juventud”. Hasta me he unido a esos grupos de Facebook donde la gente recuerda nostálgica el tiempo en que los dulces costaban $5, uno podía adquirir mortadela lisa fiada en el almacén y el mayor signo de globalización era conocer a las Tortugas Ninjas.  No existía el perreo así que si querías “atracar” había que bailarse un par de lentos y tener harta paciencia. Aparte que si te entregabas al lolo muy luego te decían que eras como “la tabla del 1” y costaba harto recuperar la reputación. De hecho, tuve compañeras a las que les escribieron PUTA en el baño porque daban besos con lengua. Eran otros tiempos.

Mi más reciente recapitulación fue sobre esas canciones con las que meneábamos nuestros juveniles cuerpos en las discos o las fiestas del colegio enfundados en jeans no-pitillos, no-elasticados y poleras chillonas que mostraran la guata o al menos la insinuaran. Canciones cuyo principal requisito para convertirse en hit era tener un ritmo lo más pegote posible, coreografía fácil de replicar  y una letra tan reweona que hasta a Arjona le daría vergüenza ajena.

Los videoclip eran tema aparte. Los colores flúor, los pantalones de silueta poco sentadora y los cortes de pelo feos eran requisito imprescindible para romperla en Sábado Taquilla y luego en MTV Latino, donde si te presentaba Daisy Fuentes ya te podías morir tranquilo.

Recuerdo cuando iba a bailar a la Cocodrilo, la única disco que había en Puerto Montt cuando yo era teenager y –esto aún no lo comprendo – NO me pedían carnet para entrar. Hasta nos vendían copete y un par de veces me embriagué y terminé bailando El Símbolo escandalosamente arriba de una tarima y con las luces de la bola disco adornando mi sempiterna cara de guagua.

De este y otros clásicos de la pista trata la siguiente lista (sin orden lógico alguno, sólo los que se me vienen a mi mente pop):

1- El Meneíto:
(8) Titiriri tiriririiiii Tiriri ritiriri tiriririiiii (8) y todos los pasteles bailando para el mismo lado y luego para el otro con una coordinación digna de coreografía country. Esta canción, además tenía una versión sampleada con la música del CORRECAMINOS: El Meneíto beep beep.  Esa era mi preferida (por el guiño a la tele a color, obvio). 




2- La Macarena
La coreografía de esta pieza musical es tan fácil que los profes de básica se las enseñan a los péndex para el acto de aniversario de rigor (acá también). Lo que le da el encanto, en todo caso, es ese sonidillo ezpañol tan característicos y el hecho de que la cantan un dúo de caballeros en terno (wtf?). No conozco a ninguna Macarena a la que le haga gracia la canción, eso sí.




3-Y salta (y todas las de King Africa)
(8) saltando sin paraaaaaaarrrrrrrrrrrrrr (8) canta este intérprete argentino (que estafa!) como si tuviera un calcetín en la boca, con un falsete de mierda que ahora me rompe las pelotas que no tengo. En todo caso debo reconocer que me gustaba, porque de hecho lo fui a ver cuando vino a disco “La Pirámide” de Puerto Varas y eso que la entrada costaba 5 LUCAS, lo que en 1994 era una fortuna. Tanto así que tuve que machetearle plata a los gringos en la calle para poder asistir, sin permiso de la Gicha, por cierto. El evento fue todo el rato taquillero, pero el olor a ala durante (8) mueve, mueve los brazos TODOS PARA ARRIBA (8) era más que fuerte. Estoy tentada de googlearlo para saber qué fue de él, pero temo que se haya convertido en pastor evangélico o algo así y que toda la magia se desvanezca.




4- 1,2,3:
(8) El Símbolo te va a enseñar un pasito nuevo pa’ bailar... (8) prometía el vocalista de este grupo argentino que dentro de sus integrantes tenía a una rubia que no cantaba ni una nota pero era bien yica, me dicen. Había otra que me gustaba harto, ya que te iba indicando cómo como bailar: (8) así así, levantando las manos...así, así, moviendo la cintura, así, así, con moviento sepsy UEEEEEPA (8). Imposible equivocarse. Como bonus track diré que a este grupo también lo vi en vivo, en la Cocodrilo y presentado por GUIDO VECCHIOLA en sus tiempos de galán sensible de “Amor a Domiclio”.





5- El tractor amarillo
 Punto uno: no te podía llamar Zapato Veloz y pretender durar mucho como grupo. Punto dos: todos los tractores CAT son amarillos. Punto 3: esta debe ser la canción mas weona de la historia...bueno, el Gato Volador le hace la competencia, pero de esa hablaré luego. Si mi memoria no me falla, esta canción no le llevaba coreografía, entonces uno hacía uso de su creatividad bailando/imitando el movimiento de un tractor...o tren...o algún vehiculo similar. Creo que vinieron al Festival de Viña y cantaron 3 o 4 versiones de este HIT, como es menester en cada edición de nuestro gran evento musical.




6-Sopa de Caracol
Cuando esta estaba de moda yo tenía como 11 años, así que podríamos decir que fue una de las primeras canciones que bailé en una fiesta (bueno, más bien malón). Lo mejor era la parte enredada de la letra porque uno podía poner de su cosecha. Yo cantaba algo así como (8) guatamericonsu...yupi pa ti, yupi pa mi...ulimaliguanadá UPE, UPE! (8). La coreografía era lo suficientemente sencilla como para bailarla en los actos del colegio, ya que su contemporánea “El Baile del Perrito” parece que estaba media prohibida.




7-La Pachanga
(8) Esta la luna asomándose el cura habla por la TV (8) cantaba con actitud rockera Vilma Palma e Vampiros en una de las canciones más reberrrrdes del momento. (8) Pasáme más tinto se vino la pachanga (8) era una frase casi anarquista en 8vo básico po weón (Bersuit y Molotov estaban lejos de existir aún). Hay hasta una leyenda urbana respeto al curioso nombre de esta banda, según me contó mi amiga Daniela “Ridi” Acosta. Lo que sí, esta canción no le lleva coreografía, porque es rockera, ok?






8-El Gato Volador:
Este hit puede entrar en una subcategoría junto con El Baile del Perrito, Muévame el Pollo, El tiburón (8) no pare, sigue sigue (8) e incluso La Mosca (que se cayó a la sopa), es decir, canciones con animales. Escogí esta en particular porque la letra, o mejor dicho la falta de letra, me parece la mejor demostración de que un tema bailable puede ser un éxito con dos o tres frases de fácil recordación y...nada más.




9- El Caramelo (y todas las de El General)
(8) El Caramelo, a todas las mujeres les gusta el CARAMELO, lo chupan y lo chupan porque las entretiiiiiene (8). No se cómo mi madre me permitía escuchar esto. Es como la prehistoria de la música sexona actual, como el reggaeton de los 90. Como sea, El General era la cagá! Puedo entender perfecto porque le hicieron un fanático en el Club de la Comedia. Y nunca me van a cambiaram!


PS: Pucha, por más que lo intenté no encontré el video original de "Caramelo", así que ahí les dejo el de otro HIT de El General ...y dice! (8) alza la mano si tu estás gozando! alza la mano si tu estás gozando! (8)







10- Haciendo el Amor
¿Qué? Creían que me había olvidado del SOUND? Nica. Esta era la música de rigor en las fiestas de la enseñanza media noventera. La letra hot se prestaba para alegres y creativas versiones, como aquella que un amigo inventó y que decía (8) Haciendo el amor, haciendo el amor, patita al cogote (8) Lo más divertido es que todos cantábamos enfervorecidos este tema meneando nuestras pompas, cuando con  suerte el 1% del curso había, efectivamente, hecho el amor.




FIN

Bonus track

Aserejé:

Esta no la incluí en los clásicos porque ya estaba bien tonta grande cuando se hizo famosa, pero es menester recordarla dada su interesante letra y el nombre de las interpretes...LAS KETCHUP (wtf? 6267473 mil veces). En todo caso, lo mejor de este temón es su cover de la banda de bailanta-rock humorística argentina Los Parraleños, que versa (8) Acedecé, Rush, Steve Vai, Led Zepelin, Deep Purple, Parraleños, Metallica, Van Halen, Iron Maidon, Rage Again the Machine! (8). No lo cachaban? Vean y disfruten.




PS: Quedaron fuera de esta lista por muy nuevos o demasiado decentes: Ricky Martin, todo el Reggaeton, el Hip Hop/Rap, Azucar Moreno, los Gipsy Kings, todo el Axe y Chayanne.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Qué plancha, gaia!







No hay muchas cosas realmente democráticas en este mundo. Cosas, digamos, que de verdad le pasen a TODOS. Una de ellas es la muerte. Claro, alguien podría decir que los ricos, los pudientes, tienen mejor acceso a la salud y al bienestar y que se yo, pero por mucho que evadan la muerte, esta va a llegar si o sí. De hecho, puede venir a por tí de una forma un poco más glamorosa, pero igual te estás yendo al patio de los callados, como en el caso de John Kennedy Jr. que se cayó en su avioneta privada o Lady Di, estrellada en su auto bakán por andar puro maraqueando diría la Reina.

Otras cosas “democráticas” son la llegada de la regla, la caída del pelo, la picazón, los ronquidos, hacer pipi y caca, el sexo, las penas de amor, las pesadillas y el tema al que me referiré en esta ocasión: las vergüenzas.

Es cosa de verle el prontuario a Paris Hilton, Britney Spears o a nuestra Arenita para cachar que ni toda la plata del mundo te salva de pasar una vergüenza.  Incluso personajes de la talla de Johnny Depp - y su tatuaje “Winona Forever” – pasan planchas.

Yo no cachaba bien eso cuando era una lola y solía pensar que la gente linda y popular no sufría ese tipo de percances, porque  las planchas, los “trágame tierra”, solo le ocurrían a los nerd como yo. Además, a los ñoños nos hacían pasar verguenzas a la fuerza.

Una vez, en un carrete cuando yo tenía como 13 años,  alguien robó mi mochila y saco los  calchunchos de repuesto que la Gicha siempre me metía por si me quedaba a dormir donde alguna amigui. Los tontos simpáticos los pasearon por toda la pista de baile y yo me quería puro morir-me.  Mis calzones no eran animal print ni nada tan terrible, pero ni Bridget Jones fue humillada de esa manera en sus años teen.

En todo caso esos son traumitas adolescentes, nada que los años y unos cuantos I´M NOT JOSSIE GROSSIE ANYMORE! no puedan sanar. Ahora voy a hablar de planchas THE REAL, de esas que te pueden marcar la vida adulta, y que incluso llevadas a su máxima expresión incluso te pueden convertir en una leyenda urbana.

Recuerdo con especial cariño cuando un ex novio de la Universidad subió una foto mia a una página denominada MeGustasMucho.com. La foto era y sigue siendo LA PEOR toma que se ha hecho de mi persona EVER. Me la sacaron después de un partido de fútbol, por lo que salgo con pinta deportiva , la cara transpirada, el pelo mojado a la rápida y los ojos mirando para diferentes lados (por eso amigo, di NO a la droga!).

Yo no me hubiera enterado nunca de que semejante imagen andaba dando vueltas en el ciberespacio si no hubiera sido porque recibí en mi correo un aviso de que mi foto era una de las más comentas en el foro, con algo así como 5 mil vistas. Cuando por fin junté valor y me atreví a meterme al sitio constaté la magnitud de la cagada: “suicidate loca, nadie puede vivir con una cara tan fea” o “¿me prestai tu cara para jugar a la piñata con mis sobrinos?” fueron los comentarios más suavecitos que leí. VA-LOR.

Gracias a los dioses de la wé y a una “denuncia” formal que hice al sitio de mierda ese, la foto fue eliminada. Ya, estamos de acuerdo, esto no es nada comparado con las imágenes en pelota de la Alejandra Álvarez o el video de la wena Naty...pero vamos! yo aún era una nena de autoestima frágil!.

En todo caso, creo que la seguridad y amor por uno mismo nunca se termina de reafirmar cuando de planchas se trata. La prueba de ello es mi experiencia como modeloca publicitaria. Sí, leyó bien: MODELOCA PUBLICITARIA.

Ocurrió a pocas semanas de unas vacaciones a Buenos Aires que costié con mis primeros sueldos, a modo de  auto-regalo por haberme titulado de periodista. El fotógrafo de la agencia donde yo trabajaba necesita una modelo temporal para hacer las maquetas de lo que sería una futura campaña para un instituto profesional X. Era un día de invierno, así que yo no andaba con mi pinta más glamorosa, pero qué tanto! si era solo para la maqueta. El problema fue que pese a que salí bien mal, el cliente pidió que la campaña se hiciera con MI imagen. Me ofrecieron una suma X de dinero por usar mis fotos y me aseguraron que solo aparecería en unos afiches chiquitos en el sur-sur de Chile. Como yo necesitaba la mayor cantidad de plata posible para mi “shuper” viaje a las argentinas, acepté.

Cuento corto, la foto apareció en GIGANTOGRAFÍAS en varias ciudades de nuestro bello país, donde muchos de mis amigos solían vivir, así que no tardé en recibir el llamado de un buen par contándome que mi cara  estaba en versión 4 x 3 metros en la plaza de la ciudad. KILL ME, KILL ME NOW!!!

Solo porque los dioses (esta vez de la publicidad) me tienen buena,  la casa de estudios en cuestión murió y mi fotografía de dientes grandes y lentes pernos desapareció del mapa (creo). Por pastela me pasó, lo sé, pero en mi defensa diré que me pillaron volando bajo. La plata de las fotos me las gasté en poleras picantes de I love Buenos Aires que ya se destiñeron.

Si usted se pregunta porque estoy contando algo tan atroz, le cuento que es porque a estas alturas –ya bordeando los 30 – no le veo mucho sentido a ponerse roja por ese tipo de vivencias. Se me ocurre que es mejor reirse de antemano y contarlas como talla, consierando que el hecho en si no va a desaparecer de mi ridiculum vitae, parafraseando a  Sabina. Y lo más pior es que cosas así seguro que van a seguir pasando. A mi, a Britney y a usted.