martes, 31 de agosto de 2010

62647 películas buenas que a mí no me gustan porque soy ridi













Hace un tiempo saqué de la biblioteca un libro terrible de diver sobre películas malas, de un crítico australiano muy chistoso. Me he cagado de la risa leyéndolo, aunque obvio, es en inglés y me pierdo la mitad de las tallas. La gracia del libro radica en que no es uno más de esos sesudos tratados sobre mal cine de los que tanto abundan, sino un vivencial, porque el autor relata su viaje de un año viendo una peli mala al día, y el impacto que tuvo su simpática idea en su vida personal y matrimonial (Se gasto como 7 mil dólares comprando bodrios en Amazon...de sus ahorros).


Pero aquí no voy a hablar de las películas malas que he leído en el libro (BAZZINGA!) porque eso ya se le ocurrió a alguien más, con mucho exito editorial por lo demás. Voy a hablar de peliculas que a todo el mundo le gustaron y que yo ODIE. Chan!


Esta puede ser una misión suicida, ya que estamos hablando por lo general de lo que comunmente se conoce como “vaca sagrada”, o sea, si uno dice algo malo de alguna de estas obras de arte, se arriesga a ser desterrado de los circulos cinéfilos. O ser atacado con tomates!!. O A QUE TE TILDEN DE IGNORANTE!!. Usted sabe, la policía del buen gusto es la fuerza pública con más miembros a nivel mundial.


El criterio a utilizar:


-La película tiene que haber sido aclamada por la crítica o bien el público, ganado premios y estar en los ranking de las mejores cintas, etc etc.


- La película me provocó lata o sueño o dolor de cabeza, ganas de vomitar, stress post traumático, odio o sentimientos de venganza, etc etc.


Aclarado esto, procedo a entregar mi lista de 7, porque no logré juntar 10.


1. No country for old men (Sin lugar para los débiles)

Ya, sí, Javier Bardem es seco y su peinado de pelela le da un aspecto psico killer más bizarro, pero esta película me dio SOPOR. Terminé absolutamente chata y rogándole al dios de “Joliwud” que los Coen se dediquen a las comedias negras de ahora en adelante. Juré frente a la pantalla de IMDB que nunca más veía esta joya, Oscar mediante y todo.




2. Dancing in the Dark (Bailarina en la Oscuridad)


La triste historia de Bjork quedándose ciega y usando lentes pasados de moda me dejo con tal jaqueca que tuve que irme antes de que la peli terminara, porque tenía serias ganas de devolver el almuerzo. Después, cuando me contaron como terminó, agradecí haber arrancado a tiempo. Lo bueno fué que no perdí plata, porque la vi en la Sala Andes en esos ciclos gratis de la UBB.


3. 2001: A Space Odyssey (2001, Odisea del Espacio)

Sorry maestro Kubrick, pero no entendí su película. Me aburrí como ostra viendo a los astronautas caminar como hamsters en una ruedita espacial y nunca caché el significado de ni una cosa. Ergo, debo ser tarada.


4. Lost Highway (Carretera Perdida)

Bueno, en realidad salvo por “El Hombre Efefante” y “Una Historia Sencilla”, me carga un poco David Lynch. Esta cinta en particular la encontré una paja molia, tampoco entendí nada y ni siquiera me entretuve tratando de entender. Cuando salí del Aula 9, donde pagué 100 pesos por verla, pensé que mejor me hubiera comprado 2 life sueltos con la plata. Llegué a mi casa a ver La Sirenita para que se me pasara la sensación de asco en la boca del estómago. Nada que (8) bajo de maaaar (8) no pueda remediar, en todo caso.





5.Citizen Kane (El Ciudadano Kane)

Se supone que es la mejor película de todos los tiempos, pero yo la encontré una lata. De hecho, me quedé dormida como 2 veces. Quiero pensar que el momento fue malo, porque la vi en el colegio y después de una clase de educación física...pero así bien honestamente,  mi primera reacción a la cinta fue bostezar. Tal vez le de otra oportunidad.


6. Requiem for a Dream (Requiem por un Sueño)

Darren Aronofsky es seco  -  además que se casó con Rachel Weiz - y la peli es buena, pero como que me marié. Salí con ganas de devolver la comida (esta vez la once) y quedé con depresión como una semana. Too much for me. Hay una escena en particular que me dejó asqueada, donde Jennifer Connelly hace unas cosas muy perturbadoras por la maldita droga. Eso sí, si usted tiene hijos adolescentes y quiere mantenerlos alejados del vicio, no le de sermones y muestreles esta película. Le apuesto que hasta se van de voluntarios al Conace.


7.Sin City 

Tiene un 8.3 en IMDB, casi todas las personas que conozco la encontraron la raja, pero yo la ODIE con el alma. Más encima la vimos a la mala desde internet y como no la encontramos en idioma original, la vimos en francés, lo que le dio un toque de cine-arte extra. Me cargó todo el rato.


Eso sería todo. Las restantes 62640 películas en una próxima entrega!!



miércoles, 25 de agosto de 2010

Ni chicha ni limoná


Me informa Facebook que está la pura sopa en Chile. El dueño de la mina San José, un tal GueBohn, se está medio desligando de sus responsabilidades en el accidente que mantiene atrapados a 33 mineros en las entrañas de la tierra, dijera nuestro poeta-presidente y otros GueBohnes andan dándole permiso a las termoeléctricas para instalarse cerca de una bella reserva natural.

Toda esta contingencia me tiene de alegona a 20 horas de vuelo de chilito. Y aquí estoy...reclamando sola en el living de mi “unit”. Porque sí, soy enteramente alegona.

Me pasa además que como soy buena para andar defendiendo causas perdidas, la gente supone que soy politiquera, pero la verdad es que la política como actividad me cae gorda.

Cuando estudiaba en la Universidad de Concepción (cuna del MIR y la cacha de la espada) me metí un tiempo a trabajar con la Federación de Estudiantes. En aquella época la izquierda autónoma estaba a la cabeza del gobierno estudiantil, y la onda era el morral y Violeta y Víctor Jara. Debo reconocer que me engrupí un poco, pero así de rápido como me metí en el movimiento, salí arrancando.

Sucedió que hubo un “Congreso Refundacional” de la FEC, en la cual había que revisar los estatutos. Yo participé como delegada de mi carrera (elegida a dedo, porque además nadie quería ir a esas weas) y como tal, tenía derecho a voz y voto. Una de las primeras cosas que se votó fue un estatuto en el que se definía a la FEC como “una entidad representativa de todo el estudiantado, que defiende los derechos del universitario, de la educación pública y está en contra del sistema NEOLIBERAL”.

Quien presidía la sesión, preguntó a la audiencia si había alguien que se opusiera a esta definición o si quedaba tal cual. Después de unos minutos de incómodo silencio, en el cual luché contra el impulso a sabiendas de que me iban a tirar huevos, levanté mi manita.

“Ehhhhh, si, bueno...es que encuentro que si la FEC se define como una entidad representativa de todo el estudiantado, no corresponde ideologizarla... me refiero, si el día de mañana sale una lista de derecha, ¿va a ser como inconstitucional?” . Silencio. Murmullos. Se continúa con la votación y el estatuto queda tal cual.

Hasta ahí nomás llegué con mi carrera en las ligas universitarias, compañeros. No porque me echaran, sino porque me hastié absolutamente. Esa cosa de alinearse no es para mi;  mis impulsos alegones pueden más que mi disciplina partidista.          Bye bye carrera política.

El problema, creo yo, eso de las definiciones nunca me ha venido bien. De hecho, cuando tuve que poner mi tendencia política en el facebook, no se me ocurrió nada mejor que  escribir que soy “agnóstica”...es decir, declaro abiertamente que NO SÉ, igualito que con la existencia del Pulento, aka Dios.

Yo estoy bastante conforme con mi shuper definición, pero la gente insiste en averiguar si soy de DERECHA o de IZQUIERDA. Al parecer, es un dato fundamental para decidir si merezco o no respeto. El problema no es que no quiera decirlo, chiquillos, el problema es que aún no lo averiguo.

Es por eso que he decidido hacer un decálogo de las cosas que creo y en las que estoy en contra, a ver si ustedes me ayudan a encontrar mi camino en el difícil laberinto de las definiciones ideológicas.

1. Odio con toda el alma a los dictadores y los tiranos. Me importa una raja si son de derecha, izquierda, fascistas o teocráticos. Para mi un abusón es siempre un abusón y si la gente se anda arrancando a la mala de un país X y pidiendo refugio en otro, es porque algo está podrido.

2. Me encantan las elecciones y creo que la democracia, con todos sus defectos, es el más representativo de los sistemas de gobierno. Me gusta saber que un voto = una persona y que la gente es la que decide, aún cuando decida puras weas.

3. Me carga la violencia. Por eso no apoyo a los grupos violentistas, cual quiera que sea su causa. Detesto con especial énfasis a los encapuchados, que a mi juicio son personas que no quieren hacerse cargo de sus actos, mientras que la ciudadanía que anda a cara descubierta sí tiene que hacerlo.

4. No me gusta la repre. Creo que el uso de bombas lacrimógenas atenta contra los derechos respirativos de la población y a parte no discrimina. Qué pasa si hay un asmático pasando por ahí cuando las lanzan? O si hay niños? A parte, los pacos NUNCA se llevan a los encapuchados, y para justificar la pega, agarran al weón que está paveando en la esquina. Sorry, Fuerzas Especiales, pero la eficiencia no es uno de sus fuertes.

5. Creo firmemente en la libertad de expresión, aún cuando esto implique escuchar cosas que no me gusta oír. Si esta se restringe, uno nunca sabe cuando le tocará  a uno el turno de ser censurado.

6. Por mi, que los gay se casen y tengan muchos hijos. Me importa nada lo que digan las escrituras al respecto, Chile es un país laico desde 1925. Además, no entiendo porque no tienen los mismos derechos que yo, si tienen que cumplir con los mismos deberes. O pagan menos impuestos? Aer? AER?

7. Al parecer no puedo ser de izquierda, porque no me gusta Fidel Castro, el Che ni Stalin. Detesto a Chávez por chanta. Es cosa de ver sus videos antiguos diciendo que NUNCA haría tal o cual cosa y ver las noticias hoy para cachar que es entero falso. ¿Si le critico eso a Piñera, porque tendría que perdonárselo a Chávez? Además, creo que el sistema económico tiene que ser factible, si no, es una pura teoría metida a la fuerza y casi siempre a la fuerza bruta, lo que va en contra de mi principio número 3.

8. Al parecer no puedo ser de derecha, porque creo que dejar todo en manos del mercado es un error. Creo que el Estado debe velar por los derechos básicos de cada persona, porque qué culpa tiene uno de nacer donde nace? (Mi abuelo dice que soy comunista por eso, pero como no me gusta Fidel, el Che ni Stalin, debe estar equivocado). No tengo nada en contra de los ricos...si se ganaron las lucas limpiamente, dieron trabajo digno, pagaron sueldos buenos, permitieron que la gente se desarrollara profesionalmente y generaron ambientes de trabajo estimulantes, bien por ellos. Si no, son unos chupasangres de mierda y merecen irse al infierno, si es que existe.

9. No creo en las revoluciones. La revolución, en la práctica, lo que hace es cambiar un gobierno de mierda por otro, que en un par de años se convertirá en un nuevo gobierno de mierda (Leer La Granja de los Animales). Prefiero las evoluciones...son más lentas, pero más seguras y duraderas. Además, me caen mal los iluminados que andan pregonando que la gente no cambia el mundo porque está dormida...¿no se les ha ocurrido que a la gente pude gustarle tal o cual forma de gobierno? Qué falta de respeto por el pueblo!

10. Si usted me argumenta lo suficiente, es bastante probable que cambie o al menos flexibilice mi opinión. No creo que la gente que lo hace sea “inconsecuente” ya que a uno la vida le va enseñando a no ser tan cabeza dura.

Y entonces... según las lindas definiciones ideológicas disponibles... ¿Qué vendría siendo yo?

miércoles, 18 de agosto de 2010

Las 347 películas que hay que ver antes de morir según yo


Me pasó algo terrible. De hecho, más que terrible, TILLIBLE. Me preguntaron cuál es mi película favorita. No me habían preguntado eso desde que que tenía 15 años, cuando mi película favorita era Forrest Gump. La cosa es que me quedé callada, muda, en blanco, paralela.


Si me preguntan cuál es mi libro favorito, es mucho más fácil porque no leo tanto, y creo que sigue siendo Papelucho casi Huerfano (cuec). Nada muy original, porque deben haber miles de fanssss de dicha obra. Música favorita sería más complicado, pero para salir del paso podría usar el genérico de “música bakán” , a riesgo de que Contreras me agarre pa´ la palanca. Pero lo de la película favorita es un problema, ya que en términos de preferencias cinematográficas soy sumamente gorrera. Cambio de film a cada rato. Ni siquiera hice una PI de eso cuando aún existía esa sección en mi facebook ciudadano, porque no habría sabido qué responder. Hasta me da envidia la gente que responde fácil, como novio, que usualmente señala que su favorita es The Shawshank Redemption. Corta. O la Sole, que dice La Princesa Prometida y listo.

Pero para mi, que veo demasiadas películas y de tantos tipos (buenas, malas , bodrios, clásicos, obras de arte, pedazos de mierda, etc) y que me encanto y desencanto rapidito de ellas, es una real complicacion responder tal pregunta, sabiendo además que el interlocutor te va a sacar la foto en base a lo que respondas. Si dices algo como “estoy entre los clásicos del cine checo y lo nuevo del cine experimental chino” a uno le ponen la chapa de intelectual al toque, aunque sea una pura mentira. Si uno en cambio dice que es fan de la Drew Barrymore, se arriesga a que lo perciban como un vil consumidor de popcorn joligudense, un ignorante de las artes cinemátográficas, una basofia de la sociedad!!!


A parte, ¿cómo uno escoje UNA película favorita? ¿Qué criterios hacen que uno escoja una sola de entre miles? ¿Ahhh? ¿Es esta decisión indisoluble, hasta que la muerte nos separare? ¿O uno se puede divorciar de su película favorita?


Medito, pienso, me hierve la cabeza. Mi máximo esfuerzo me lleva a hacer la siguiente lista de mis “muy favoritas”. Un Top Ten con un discutible criterio que revelaré al final. Una especie de harem, porque no le doy el beneficio de la exclusividad a ninguna, pero todas ocupan una parte de mi corazón, dijera el viejo caliente de la esquina.

A saber:


Tiburón

No tengo un amor obsesivo con Spielberg tipo Dawsow Leary (si usted sabe quién es ese, le aviso que se le cayó el carné) pero esta película me provocó emociones tan brigidas, desde que la vi por primera vez a los 10 años, que su influencia dura hasta hoy. No meto las patas al mar australiano porque juro que está infectado de SHARKS.


Indiana Jones

Toda la saga. Creo que Indy es uno de los mejores personajes que se han actuado en la vida. Creo que Han Solo es bakán, pero Indy es MIL veces más bakán. Creo que mucha gente estudió arqueología después de ver esta película, así como todos querían entrar a la FACH después de ver Top Gun...y creo que Harrison Ford la llea. (El Fugitivo es otra de mis favoritas, pero no cumplió el criterio de selección  por poquiiito).


Jamás Besada

Al igual que mi amiga Marce, yo amo a Drew Barrymore. Y en esta película, que según los criticos bu aburridos es una comedia romántica más, tiene un gran significado para mi. I´M NOT JOSSIE GROSIE ANYMORE es un mantra. A todas las niñas de 15 años con frenillos les deberían mostrar esta en el colegio, para que no sufran tanto.


Terminator 2

Es tan emocionante y ondera que se convirtió en un clásico de la cultura pop. “Hasta la vista, Baby”, “Ven conmigo si quieres vivir” “No hay destino” y la cacha de la espada. Un clásico por donde se le mire. Además, no se descarta que algo como eso pase en un futuro no muy lejano. Junten miedo!


Alien (1,2,3...la 4 es puij)

La teniente Ripley es mi ídola. Me encanta que sea tan ruda y que no ande preocupada de su pelo o de si se depiló las axilas, porque no está ahí con ser seca para la pelea pero femenina-sexy como Angelina Jolie. Ella está ahí para hacer mierrrrda a los alien CSM!


Buscando a Nemo

Amo con toda mi alma a esta película sobre el amor paterno y la superación, porque no importa que tengas una aletita más pequeña. ¿Cómo Fernando González tiene un brazo más gordito que el otro, y de todos modos le va bien en la vida?. A parte, Dory es un personaje entrañable. Cuando terminé de aprender inglés, voy a estudiar cetáceo.



Escuela de Rock

Hay que estar muerto por dentro para que no te guste esta. A parte que el show final clasifica para el top 10 de los mejores momentos musicales del cine, con Jack Black vestido de uniforme escolar, obvio que emulando a Los Tres en el festival de Viña del 94.


Casi Famosos

Por lo general cualquier película donde aparezca Frances McDorman me gusta, pero esta ya me mata. A parte, William es taaan cute, y cuando Jason Lee le dice que no pueden ser amigos porque él es “THE ENEMY”, lo encontré lo más y se me infló entero mi ego periodístico. La escena del avión casi accidentado y la parte en que todos los rudos cantan Tiny Dancer, de Elton John...uffff...pura emoción.


Batman

Todas menos las del Schumacher (no Axel, el otro) mi amor por esta saga llegó a su punto culmine con las últimas dos, dirigidas por Christopher Nolan, básicamente porque encuentro que el elenco es DE LUJO. O sea, Christian Bale (ñami), Michael Cain, Gary Olman, Liam Neeson , Heath Ledger, KATIE HOLMES!...bueeeeno, no podía ser perfecto.


Sensatez y Sentimientos

Kate Winslet, Alan Rickman, Emma Thompson. Bueno, puedo dar más razones...sale House antes de ser House, la historia es buenísima y aunque se supone que es de “época” encuentro que los temas son super contemporaneos. Esta película además me enseñó que Willoughby es una mierrrrrda de hombre. Si usted es la que se engancha de chicos malos, vea esta película y se le va a pasar.


Eso sería. Si usted se está preguntándo que clase de criterio mete en el mismo saco una película de época basada en un libro de Jean Austen con un film de aventuras protagonizado por Harrison Ford, le cuento que todas estas películas las he visto más de 5 veces. Y siempre lloro al final, como si no supiera como terminan (si seré...)


Participaron pero se quedaron fuera de esta selección por poquiiito: El Señor de los Anillos, Bring it on!, La Era del Hielo, Mujercitas, El Secreto de sus Ojos, PS I love you, ET, todas las Harry Potter, Carry, El Silencio de los Inocentes, Un Mundo Perfecto (lo siento maestro Clint), La Novia Rebelde (lo dije y qué!), Corazón Valiente, Machuca, El Rey León, Hombre Muerto Caminando, Filadelfia, Wall-E, Antes del Amanecer, El Fugitivo.......................

THE END

PS: Second part coming soon

sábado, 14 de agosto de 2010

tiembla, Martha Stewart


Siempre cargué con la chapa de ser medio inútil para las labores domésticas. En parte culpo a mis padres, quienes en vez de regalarme muñecas, tacitas y cocinitas, como a todas las otras niñas, me daban libros de cuentos, enciclopedias o microscopios de juguete para Navidad. Está bien, comprendo, querían hacer de mi una niña  inteligente, pero hasta Lisa Simpson tiene a su Stacy Malibú. O SEA.

La cosa es que los juguetes ñoños me generaron una suerte de disociación entre lo intelectual y lo doméstico. Leer Mafalda a temprana edad tampoco fue muy útil. Susanita y la mami dueña de casa me parecían personajes dignos de compasión. Susanita era lesa y la mamá de Mafalda frustrada. La nena de melena oscura, en cambio, quería tener una carrera, porque ella era bakán.

Estas imágenes de infancia se transformaron en una verdadera ideología que alcanzó su peak en la adolescencia, cuando declaré que yo no estaba pa limpiar pañales cagaos ni atender weones, así que nunca me iba a casar. Además, que injusticia que se me exija saber de tareas domésticas sólo porque soy mujer, mientras que los hombres pueden ser inútiles en paz.

El cuento es que salí de la casa de mis padres sin saber planchar mis propios calzones y con un repertorio de cocina que incluía sopas Maggi, tallarines, huevos revueltos (los fritos no me resultaban) y pan con mantequilla. También le pegaba bastante al kuchen, pero eso de que si no tienen pan, que coman pasteles, no es nutricionalmente sustentable.

Cuando me fui a vivir sola, mis fantasías feministas terminaron por chocar con la realidad; la realidad de que con sueldo de periodista, ni en mis mejores sueños podría pagarle a alguien para que me ayudara con la casa. Lo bueno es que en estos tiempos modernosh, la comida preparada y los enlatados son bastante baratos. La pizzería de la esquina de Lira con Curicó era wena wena, y con una pizza grande tenía almuerzo para todo el fin de semana. En la semana, por la pega, comía afuera y el aseo se hacía casi solo, según yo.
Toqué fondo,  sin duda, cuando se me juntó tanta loza y por tanto tiempo, que ya habían unas mosquitas dando vuelta encima del lava plato.

Cuando me fui a vivir con novio fue cuando realmente comenzó mi travesía para convertirme en una “buena mujer”. No vamos a decir que me transformé en mi abueli Roli, pero aprendí a hacer aseo como la gente, y de hecho limpiar el baño en equipo, con música de La Noche de fondo, me pareció bastante menos desagradable. Suerte que novio cocina bakán, así que tampoco nos morimos desnutridos. Yo lavaba los platos antes de que aparecieran las mosquitas.

Mi inutilidad como cocinera fue justamente lo que llevó a mi amiga Cathy Pérez a escribirme un cuaderno de recetas como regalo de despedida, antes de que me viniera para las Australias. La Rucia no solo me conoce, sino que me ADIVINA, porque me lo escribió antes de que yo se lo pidiera. Yo ya sabía que en Land Down Under sale “carozzi” comer afuera, y seré medio inútil, pero desconsiderada jamás.

Ese cuaderno fué, sin duda, mi verdadero comienzo como housewife. Resulta que la conjugación de factores - tiempo libre, recetas a la mano y no tener otra opción - me impulsaron a cocinar una tras otras las recipes que la Cathy me escribó a mano en el cuaderno cuadriculado. Porotos, cazuela, tortillas de verduras, charquicán.. todo me resultó al tiro y me quedó rico pero RICO. En serio.

Muy a pesar de mi Mafalda interna, descubrí no sólo que me gusta cocinar, sino que además tengo ese talento inexplicable llamado “buena mano”, del cual no sabía. La verdad es que a mí nunca me gustó cocinar porque soy muy torpe, y siempre, pero SIEMPRE me cortaba las manos. De hecho, en una ocasión, partiendo un limón, me filetié tan feo mi dedo pulgar que tuve un verdadero momento Kill Bill, con sangre explosiva y toda la challa. Anduve con parche curita como 3 semanas, porque no se me quería sanar y como que me palpitaba.

Pero parece que es verdad eso que dicen que la práctica hace al maestro, porque ya no me corto más los dedos. Recolecto recetas por aquí y por allá, Julito Bonito me envía los secretos de algunas de sus famosas preparaciones y mi cuñada también. Incluso hice una planilla excell para ir llevando la cuenta de los gastos en alimentación, con lo que he logrado ajustarme al presupuesto Becas Chile. Chúpate esa, Piñera.

Novio, en cualquier caso, es el más feliz con mi transformación de ñurda absoluta a Master Chef aficionada... pero igual seguimos jugando a la casita en equipo, porque opino que así es más entrete.

PS: Les dejo la receta del kuchen de pelotitas, una de mis preparaciones más populares en Adelaide.


Batir una taza de azucar, medio pan de margarina (de 125 gm) y 2 huevos en un bol. Agregar una y media taza de harina, media taza de leche entera y una cucharadita de polvos de hornear. Cuando esté bien homogenea la mezcla, echar dentro de un molde enmantequillado.

Luego, poner sobre la mezcla fruta cortada no muy gruesa, de preferencia manzana o algún berry, en la cantidad que a usted más le convenga.

Para hacer las pelotitas, en una asadera o plato grande poner una taza de harina y media de azucar, con una cucharadita de canela. Luego, derretir en un sartén o en el microondas la margarina restante y echarla caliente. Con una cuchara, revolver todo hasta que se formen las pelotitas.

Finalmente, cubrir el kuchen con las pelotitas completamente y meter el molde al horno precalentado, a temperatura fuerte (aprox 200 grados) por unos 40 minutos. Para asegurarse de que está cocido, pinche el kuchen con un palito de fósforo. Si sale seco, está ok.

Servir frío, porque caliente se pega en la guata.

Que lo disfruten!







sábado, 7 de agosto de 2010

Mi vida sin Dios


Cuando asumió el cargo, la primer ministro de Australia, Julia Gillard, dió una entrevista donde aclaró que era ATEA, aparte de soltera y sin pretención de tener hijos. “No se necesita creer en dios para ser una buena gobernante”,dijo. Los “aussies” son progre, pero nunca tanto, así que igual su “confesión” generó comentarios. Por supuesto, el líder opositor, no pierde ocasión para exhibir sus diferencias con la suelta de cuerpo de la Gillard. Es así como cada vez que puede tira frases del tipo “cuando pienso en mi ESPOSA y mis HIJOS...” (cualquier similitud con Chile...es solo una coincidencia).


Yo te entiendo, Julia. No es mi intención, pero suponiendo que el día de mañana llegara a ostentar algún cargo público de importancia, tendría que salir a dar explicaciones, ídem que tú.

Resulta que soy agnóstica. Y no ex católica convertida, como la mayoría de los agnósticos o ateos que conozco, sino que CRIADA fuera de la fe. The real “mora”, porque ni el bautizo tengo. Debe haber más personas comunistas-judías-negras (todo junto) que gente sin ningún sacramento encima, pienso. Soy una minoría dentro de una minoría.

Esta “condición”es consecuencia de la férrea, porfiada y, en honor a la verdad, un poco intolerante ideología come-fraile de mi padre, Julito Bonito. La leyenda familiar dice que Don Moreno impuso a fuego sus ideas subversivas y pasándose por ahí mismito los convencionalismos imperantes en el Osorno de Chile de 1981, simplemente se negó a que un célibe con vestido me echara agua “disque” bendita en la cabeza. Su argumento fué que yo no tenía posibilidad alguna de reclamar y que le parecía un atentado a mis derechos humanos andarme imponiendo religiones cuando ni siquiera podía decir ma-má. Que la cabra escoja si quiera andar en las iglesias cuando tenga el criterio formado, dijo. DONDE LA VISTE, digo yo. Julito me educó en el ateísmo... y del más brígido.

Recuerdo con especial cariño aquella ocasión en que Don Moreno me envió donde unas monjitas que paseaban por la plaza de Osorno, con la instrucción de decirles “pingüino”. Mi mamá – la Gicha, criada en el catolicismo soft rural – se opuso, pero Julito ganó la mano y como soy una niña obediente, fui nomás. A su juicio, las monjas eran unas viejas locas, flojas, reprimidas y crueles que se dedicaban a echarle cuco a la gente con el infierno, y que sobrevivían con dinero de dudosa procedencia, así que nada de andarles haciendo reverencia. Ateo activista el hombre.

Ser no creyente o no religioso puede parecer una postura muy cool por estos días de escándalos vaticanos y curitas pedófilos, pero en aquella época no era ningún chiste.

En incontables ocasiones tuve problemas con la profe de religión - ramo que según la letra muerta de la ley era optativo – quien insistía en hacerme parte de la clase. “Voy a rezar por tí para que encuentres la fe”, me decía. Mis compañeritos de curso tampoco comprendían eso de no ir a misa. Cuando les explicaba que yo no era católica, y tampoco musulmana, judía ni evangélica, invariablemente, se ponían a especular sobre el destino de mi alma. Tras varias jornadas de deliberaciones, la sentencia fué que si yo era muy muy buena, a lo mejor me iba al purgatorio.

En un momento de mi infancia, eso de ser una outsider en temas de fe me comenzó a caer mal. Me aprendí el Padre Nuestro para disimular mejor en caso de emergencia, pero cuando llegaba la época de las primeras comuniones, mi fachada se caía a pedazos. A ratos, odiaba un poco mi “condición”, aburrida de andar dando explicaciones. Incluso un rato amenacé con convertirme al catolicismo. Don Moreno me respondió que cuando fuera mayor de edad podía hacer lo que quisiera, pero mientras viviera bajo su techo nada de rezos ni webadas pechoñas. Mi hermano también anduvo medio rebelándose e incluso asistió a un buen par de misas. Pero al parecer la crianza pesa más, porque ambos seguimos siendo “moritos”.

Con el tiempo aprendí a entender y respetar la fé de los otros. Me produce cierto grado de fascinación la confianza que depositan en el creador. Incluso me da un poco de envy, porque encuentro que es más fácil ser que no ser. La gente que NO és, vive bajo sospecha de falta de virtuosismo, de no tener valores ni moral (preferentemente moral sexual) o de ser derechamente mala, porque es gente que no está sometida al debido control.

En tanto, mi relación pesonal con Dios sigue siendo a medias. A ratos como que pololeamos, le hablo o siento que “algo” hay. Este es el motivo por el cual me declaro agnóstica y no atea: que se yo si Dios existe o no. Prefiero pasar por amarilla que andar jurando de guata algo que de verdad NO SÉ.

Mi relación con la Iglesia, en cambio, es como la mierda. A la institución no la puedo ni ver, principalmente porque encuentro de lo más ordinario eso de andar metiéndose en la vida privada de la gente. Con la iglesia, el edificio, no es mucho mejor. Puedo contar las veces que he entrado a una con los dedos de las manos, todas para funerales, bautizos y matrimonios, en los cuales guardo respetuoso silencio, porque aparte no me sé ni los rezos ni los cantos.

Por su parte, Julio Moreno, porfiado él, se sigue quedando afuera, o en el mejor de los casos, se sienta en el último puesto... listo para arrancar de la ira del Señor.


PS: algunos ateos famosos, para que mis amigos herejes no se sientan solitos:

Friedrich Nietzsche, filósofo alemán

Luis Buñuel, cineasta español

Janeane Garofalo, actriz estadounidense

Giussepe Garibaldi, unificador de Italia

Bruce Lee, actor chino

Karl Popper, filósofo austríaco-británico

Alexander McQueen, diseñador británico

Karl Marx, duh!

Sir Ian McKellen, actor inglés

Simone de Beauvoir, filósofo francés

Woody Allen, director, actor y guionista estadounidense

Björk, cantante islandesa

Albert Camus, filósofo y novelista francés (estos fraceses son tan revoltosos...)

Sigmund Freud, padre del psicoanálisis

Javier Bardem, actor español

Noam Chomsky, filósofo y escritor

Eddie Vedder, vocalista de Pearl Jam

Thomas Edison, inventor estadounidense

Alejandro Amenábar, director de cine “chileno-español”

Charles Chaplin, actor, comediante, director de cine

Stephen Hawking, físico inglés

martes, 3 de agosto de 2010

Ridi all around the world


Buscando un buen título para mi blog (“valeturri” quedó descartado por ser demasiado masivo) me puse a reflexionar sobre un concepto que pudiera definirme fácilmente, o “eficientemente”, para ponerme a tono con la nueva forma de. Pero luego de un buen par de minutos, llegué a la conclusión de que lo que yo crea que me define no es muy relevante, puesto que esto es Internet, no un diario de vida, así que hace falta el espejo social. “Necesito un nombre que la gente inmediatamente asocie con mi persona, si no, ¿de qué modo van a recordar la dirección del blog?” pensé.


Lo más fácil era ponerle “Valita Bonita”, pero ese es un apodo un tanto vergonzoso de autoría de mi padre –Julito Bonito - cuya devoción por mí no se compara a la del resto del universo. Y ¿qué es lo que piensa el resto del universo de mí? Bueno, lo que piensen en lo profundo de su ser no tengo cómo saberlo, porque no soy Anna Paquin en True Blood. Solo puedo saber lo que la gente me dice... y eso es que soy “ridícula”.


Según mi mejor amiga, la RAE, la palabra ridículo significa en primera instancia “Que por su rareza o extravagancia mueve o puede mover a risa”. En nuestra cultura greco-cristiano-occidental también se aplica cuando alguien tiene un comportamiento espontáneo y sin mucho filtro (el filtro de la verguenza).

A modo de ejemplo:

Val: ¿de qué milagros me hablas? ¡ni en universo de Harry Potter la gente vuelve de la muerte!

Otro: RIDICULA


Val: el dinero no hace la felicidad...ahí tienes a Britney...o a nuestra Arenita

Otro: RIDICULAAAAA!


Esto no es nuevo. Las personas me han señalado desde tiempos inmemoriales que hablo ridiculeces. Creanlo o no, no le doy una connotación negativa a esta apreciación. Creo que me gusta ser un poco ridi, aunque debo reconocer que esta característica me hizo muy impopular en una época de mi vida. No hasta hace mucho aún tenía que utilizar el mantra “I´M NOT JOSSIE GROSSIE ANYMORE” para espantar los malos recuerdos.

El cuento es que, como dijo a El Mercurio mi amiga María Cancino, cuando uno se va a otro país pasa a ser un anónimo, ergo, tu pasado nadie lo conoce. Uno puede, en teoría, construir una nueva identidad. Yo acá podría decir que soy sobrina de Juanito Líder o de Pepito Falabella, y nadie tendría porqué no creerlo.

Bajo esa premisa, yo supuse que lo ridi era una cosa que yo podría, digamos, disimular, aprovechando además las barreras del idioma . Pero NO-NES. Ya me estrené en sociedad con un comentario del tipo “ahhhhh, like the former Spice Girl married with David Beckam” en la clase de inglés, cuando el profe nos explicaba el significado de la palabra “Posh”.

En mi primer día de voluntariado en St. Vinnies, uno de los empleados me preguntó si me acostumbro al idioma. Le digo que sí, tanto que hasta he soñado en inglés. “Great!” me responde, indicándome que eso significa que estoy pensando in english y la cacha de la espada. “I don´t know if is good. I feel like I´m betraying my language” le respondo. Mister Aussie se rie. Se está riendo CON-migo, supongo.

Ante tamaña evidencia, creo que llegó la hora de asumir... y por eso el título del blog. Ojo, que asumirse una persona ridícula no es fácil. Una de las cosas que me ayudó a entender que ser ridi no es ni tan malo, fue una película del mijito rico Will Smith llamada “Hitch”, en la cual (spoiler) Will ayudaba a un gordito nerd a conquistar a una rucia hot y al final el gordito la conquistaba con su verdadera personalidad ridi, porque ¡SORPRESA! la rucia era ridi encubierta. Bueno, también me ayuda el hecho de tener un montón de amigos enfermos de ridis, pero eso es tema para otro post.


Moraleja: uno no puede evitar ser quién es, pero siempre hay alguien al que le vas a gustar tal como eres y etc etc. Medio mamón, pero cierto.

Moraleja 2: no lea libros de filosofía...todo lo que usted necesita aprender de la vida, está en las películas.

Moraleja 3: si no está en las películas, está en algún capítulo de FRIENDS.