lunes, 21 de marzo de 2011

Valeria la del barrio



Cuando con el novio nos ponemos filosóficos, nos da por  reflexionar sobre lo feliz que fue nuestra infancia en un barrio típico de pueblo chico - en Constitución y Puerto Montt, respectivamente. - y de lo re-bakán que sería  criar a nuestros futuros pollos así, lejos del diabólico ruido, el tráfico, la nube de smog piuj , la lluvia ácida y todos los peligros asociados a la vida capitalina. Lo vemos medio difícil y quién sabe dónde nos lleva la vida, pero ahora que vivo en un pueblocu de nuevo (lets face it: Adelaide is a TOWN) y veo a los cabros chicos yéndose solos al colegio porque nadie se los rapta , me dan puras ganas de vida pueblerina de nuevo.

Y es que haber crecido en un barrio que era como la versión macro de la vecindad del Chavo realmente fue un privilegio. Por eso, he decidido dedicar este post a la población más pulenta de la décima región de Chile: la PICHI PELLUCO.

Ya, antes de que se rían del nombre de mi barrio de infancia, dentro a explicar:  Pichi Pelluco significa PEQUEÑO Pelluco, y fue bautizada así porque cruzando el cerro que estaba frente a mi casa, estaba el popular balneario aquel, donde íbamos con mi hermano a cagarnos de frio todo el verano. Ahí vivimos 4 de los 5 años que pasamos en Puerto Montt,  en una casa de madera de un piso, enorme, que ahora es un centro de distribución de Abastible (snif). Una casa con cerco de madera que no asustaba a nadie y que aún aparece en mis pesadillas, cuando sueño que viene un malo y trata de abrir la puerta por fuera y el pestillo interior no funciona. En la vida real esto nunca ocurrió, ya que pese a que la pobla era medio brígida, nunca pasaba nada de esa magnitud. Lo que si ocurrió una vez, fue que alguien se robó la puerta del cerco, imagino que para hacer  fuego.  No lo culpo mucho al señor ladrón, ya que en Puerto Montt de Chile se rajaba lloviendo 11 de los 12 meses del año y la leña era bien cara oiga!

Igual, esos días que no llovía y que incluso había ese cielo azul de que habla la canción de Los Iracundos (que CLARAMENTE nunca estuvieron en Puerto Montt)  nos pasábamos todo el día jugando en la calle y en la plaza que en vez de pasto tenía conchitas de almeja.


 Por todo lo antes mencionado es que  cuando veo a los cauros chicos encerrados en el patio de su edificio o del condominio, me da como un algo en el pechito. Uno que creció a la Papelucho, (8) libre libre como el viento (8) siente que algo anda mal con este modelo urbano, donde los mocosos con suerte ven la luz cuando van en el auto camino al Mall. MAL.

Como sea, mi infancia papeluchistica fue un lujo y ahí les van las razones que hacen de la Pichi Pelluco una pobla DE CULTO.

Los vecinos variopintos y Kiko

Realmente, al menos cuando yo viví ahí entre el 90 y el 94, en mi cuadra había de todo pero de TODO tipo de gente. Estaba el señor taxista, el suboficial de Carabineros, el profe, la familia pechoña, el futbolista de Deportes Puerto Montt, etc . Y por supuesto, la familia pudiente de la manzana, a cuyo primogénito le faltaba el puro traje de marinerito. El mocoso en cuestión se llamaba Carlos Alejandro. Le decían “cabeza de playmobil”, porque tenía un singular peinado pelelístico con la parte de arriba achatada. El guatoncu ese SIEMPRE tenía todo los juguetes de moda. Fue el primero en cambiar el Atari por un Nintendo (original), el primero en tener mountanbike, y el que más molestaba al “Luchito”, que era un niño al que, ahora que lo pienso, lo tenían de goma en la casa, para los puros mandados. El guatoncu desgraciado le cantaba algo así como (8) Luchito esclavo, picando leña, lavando ollas, Luchito esclaaavo (8).

En esa misma familia, había una niña que era media fofita, a la cual criaban puras señoritas solteras. Eran como mil tías y todas bien copuchentas y pechoñas. Me acuerdo que a esa niña no la dejaban salir mucho, porque le podía pasar “algo”, y de hecho le pasó, porque un longy una vez se la trató de llevar al cerro, pero el guatón cabeza de Playmobil avisó en la casa y menos mal no le pasó nada. Ahí, las restricciones para fofita se acrecentaron y como que perdimos onda. Nunca más supe de ninguno de ellos  y ni me acuerdo de su apellido como para buscarlo en Facebook. En realidad, a esa edad, los apellidos daban lo mismo.

Mateo, el perro

Había un vecino, el Roberto, que tenía un pastor alemán de nombre Mateo que era loco pero LOCO. El perro era el dolor de cabeza de todas las dueñas de casa de la cuadra, ya que dejaba la pura sopa en los jardines, mordía la ropa, se metía entre las piernas y hacía que te cayeras, etc. En ese tiempo no existía regla alguna sobre tenencia responsable canina y weas, así que nadie reclamaba tampoco porque el perro andaba suelto todo el día haciendo maldades. Una vez, recuerdo, mi santa madre enceró el piso con mucho esmero y pasó chancho eléctrico y luego tuvo la mala idea de abrir la puerta para ventilar mejor. El perro se metió a la casa, dejando TODO lleno de barro, mientras la Gicha le gritaba MATEOOOOOO, PERRO DE MIERRRRDA!!!!  a todo pulmón.

Pero la mejor gracia de Mateo, el perro, fue que se le atravesó en el camino al guatón cabeza de Playmobil , mientras este iba en su mountainbike, y lo hizo sacarse la cresta y media. El pobre Carlos Alejandro se quebró el brazo y aún recuerdo sus chillidos (y las risas de todos los otros cabros del grupo, que le tenían mala porque era pudiente). Igual, después el guatón rio último, porque los papás le regalaron Super Nintendo para que no llorara más. Interesado el guatón: yo me partí la cabeza como 3 veces peluseando en la calle y lo único que pedía eran cuadernos para dibujar.



Los pacos eran súper amistosos

Había un retén de Carabineros como a dos cuadras de mi casa, así que la relación paco-civil era de cooperación mutua más que otra cosa.  Nunca me olvidaré cuando una de las tantas veces que mi hermano se perdió (su GPS interno le apareció ya bien crecido) atinó a ir a los pacos y estos, preguntándole cómo era la casa, llegaron a tocar la puerta para devolver al cabro de mieerrrrrr. Lo traían de la mano al perla, y comiéndose un dulce.

En otra ocasión, me quedé encerrada “por fuera” y me entró la desesperación, porque tenía agua hirviendo en la tetera. En mi mente infantil, imaginé que la tetera se iba a recalentar y que mi casa iba a explotar y salí corriendo donde los señores Carabineros para pedirles ayuda. Los verdes (dos) fueron y con sus implementos bakanes de paco abrieron la puerta, para que yo pudiera apagar la tetera que se quemó entera, y llamaban al cuartel por radio y todo como para darle más glamour al asunto.  Les tenía cualquier buena a los policías y por eso me aprendí el himno que dice (8) dueeerme tranquila, niiiiña inocente (8) sin chistar y todavía me lo sé, pese a las mojadas del guanaco.

El almacén de la esquina

Esta es una cuestión que definitivamente echo de menos, sobre todo ahora que vivo bajo la tiranía del retail y no hay dónde xuxa comprar nada cerca de la casa si no es en el Coles. Igual, si uno se remite a lo netamente práctico, el almacén de barrio definitivamente no era del todo conveniente, los productos eran de dudosa calidad y mucho más caros que en el supermercado. Pero había cierta magia en poder ir a pedirle fiado ¼ de mortadela lisa al tío del negocio.

Con mi hermano lo que más comprábamos, eso sí, eran unos dulces productores de caries de nombre Kriko, si mal no recuerdo, que eran como unos Natur pegoteados con caramelo, o sea, eran como la prehistoria de las barras de cereal. Esos valían 30 pesos y si lográbamos subirnos a la micro sin pagar, podíamos pasar a por varios todos los días.

La dueña del almacén de mi barrio se llamaba Polonia y me acuerdo que encontraba que era el nombre más cool del mundo y que si alguna vez tenía una hija, le iba a poner igual. Después la señora Polonia sufrió una tremenda tragedia... su hijo adolescente murió en un accidente de tránsito, donde el único sobreviviente fue un cabro que por webviar tenía un casco de moto puesto. MAL. A los tiernos 10 años vi con mis propios ojales dos cosa. Uno: que la muerte llega así,  de un minuto a otro,  y dos:  que la vida continúa. La señora Polonia cerró el boliche por duelo  3 días, luego abrió, siguió atendiendo, y vendiendo Krikos a 30 pesos. Como siempre.

THE END

lunes, 7 de marzo de 2011

Carta abierta a los anti tele a color


Introducción

El otro día a la rusia Pérez se le ocurrió pedir en Facebook que la ayudaran a recordar todos los famosos que había pasado alguna vez por FRIENDS.  Hagamos al tiro un stop. Si usted no sabe qué es FRIENDS, entonces abandone mi blog de inmediato, vaya a ver un par de capítulos de la mejor  sitcom de los 90 y vuelva. Ok, continuemos.  La Rusia estaba complicada con su ñoñez, pero a ñoña, ñoña y media, ya que la mitad de los 30 y tantos post que recibió eran míos (aplausos). No solo eso… además, me acosté pensando en el tema y no me pude dormir en paz hasta que volví al PC  a agregar otros 3 famosos invitados. (suspiros).

Desde que comencé este blog he hablado ridiculeces sobre películas, canciones, video clips y  teleseries. Pero he estado, por meses, ignorando uno de los mejores, más creativos, más geniales, más influyentes productos culturales de la era moderna, o sea, LAS SERIES.  Cómo es eso posible Valeria por Dios!
Bueno, nunca es tarde para enmendar el error. Y lo haré  a modo de carta abierta a todos los que viven reclamando contra la mal llamada “caja idiota”. Aquí les va.

Estimados muertos por dentro:

Desde que se inventó  la tele (en blanco y negro) ustedes se pusieron en firme campaña para denunciar los males que este instrumento del demonio llevaban al seno familiar. Que los cabros chicos estaban idiotizados, que el entertainment  era el opio del pueblo, que la gente ya no leía, que la cacha de la espada y la guitarra de palo. PATRAÑAS. Si ustedes fueran tan inteligentes como dicen ser, sabría, como dijo el gran alquimista, que “La dosis hace el veneno”. Así que una cosa es que la gente se pegue a la pantalla todo el día comiendo papas fritas (como la mamá de Precious) y otra es que toda la programación televisiva sea basura. Si ustedes creen eso, es porque NUNCA han visto una buena serie.

Para que se enteren, si el cine es el Séptimo Arte, las series son el Octavo. Por andar de anti sistémicos, ustedes no tienen ni idea de lo que se están perdiendo. Para empezar, los últimos 10 años los mejores productos culturales producidos en el planeta han sido series, no películas. Mientras el cine va de mal en peor, con comedias escatológicas de dudosa comicidad y dramones lacrimógenos y (DIOS!) vampiros vegetarianos, las series suben y suben de nivel. NO puede ser casual que tantas estrellas de cine estén avocando sus carreras a la telita en vez de seguir participando en secuelas de secuelas de precuelas.  No señores. Esto ocurre porque las mejores historias, los mejores guiones, los mejores personajes, están en la pantalla chica que ustedes tanto pelan.

Ok, no siempre fue así. Salvado por la Campana no era exactamente lo que se dice brillante, pero todos los que fuimos teen en aquella época seguimos la historia y queríamos saber si Kelly Kapowski se quedaba con Zack Morris o con el otro loco.   Así que no me vengan con que la televisión es pura basura desechable, porque si fuera así ni yo ni muchos noventeros se acordaría siquiera de Kelly Kapowski y su chasquilla escarmenada.

Si aún no los convenzo, les dejo una lista de mis series favoritas de todos los tiempos a ver si le dan una oportunidad y se dejan de pavadas ultronas.

Friends

Novio solía decir que no le gustaba mucho Friends porque no tenía continuidad, o sea, uno se podía perder capítulos y no pasaba mucho.  Claro, los nudos dramáticos que regían la vida de los 6 amigos de Nueva York no se anudaban y desanudaban a cada rato, porque bueno... en la vida real tampoco es así.  La vida de los Friends no era muy intensa: básicamente, se la pasaban en el departamento de Mónica, en el Central Perk o donde Chandler y Joey. La casa de Phoebe apareció contadas veces al igual que la de Ross, hasta que se fue a vivir donde Ugly Naked Guy. Pero es que ese NO es el punto. Lo mejor de FRIENDS es que es como la vida misma, y si pasa en Friends, para en la vida. Friends es a mi juicio la mejor comedia televisiva EVER y por eso duró 10 años y los actores llegaron a ganar un millón de dólares por capítulo . 
Además, tiene la mejor banda sonora original y adaptada.






Gilmore Girls

No conozco muchos hombres a los que les guste esta maravillosa serie, salvo a Julito Bonito que estaba enamorado de Lorelai Gilmore. Y sí, tal vez es una serie para niñas, pese a que Rory es más rica que el pan con pate La Piara. Para el que nunca la vio, se trata de una madre soltera que tiene una inusualmente cercana relación con su inusualmente madura hija adolescente, casi  que de amiguis. Paralelamente, la Lorelai (que quedó chaqueta a los 16 años) se lleva como el forro  con su madre,  porque ella es abajista y la vieja  es toda aristocrática nueva Inglaterra style.

La cosa  es que Lorelai quiere que su hija no sea tan abajista, por lo que le pide plata emprestada a la vieja y al papá para pagarle el colegio particular a Rory y así ella pueda cumplir su sueño de ir a Harvard. Pero el préstamo tiene letra chica: Lorelai y Rory tienen que ir a cenar todos los viernes a la casa pituca de los viejos, vestidas pitucas para comer comida pituca en una mesa con mil cuchillos y tenedores  y llevarse mejor con los abuelos. Y bueno, todo esto ocurre en un pueblito ficticio de Nueva Inglaterra donde toda la gente es freak.  Eso no importa. Lo importante es lo que le va pasando a las Gilmore y los novios que tienen y las cagás que se mandan.  

Todo eso, con un guión lleno de referencias culturales, políticas, literarias, etc, que tiene como 1645273 palabras por minuto porque las Gilmore hablan hasta por los codos. La serie duró 7 temporadas, así que imagine cuantas palabras tuvo en total. MUY WENA.


E.R

Esta sí que es larga.  15 temporadas duró la serie sobre la sala de emergencias del Chicago County Hospital, donde llegaba cada caso oiga! Claro que como suele ocurrir en las series de médicos, los casos cambian y los doctores son los importantes. En este caso, MUY importantes, porque lo mejor de la serie son los personajes. 

De aquí salió George Clooney haciendo por primera vez de George Clooney y creo que es el único que saltó a la fama en las películas, porque la verdad es que todos los otros actores son los típicos interpretes “de carácter” pero ni tan bonitos, así que no les ofrecen papeles en Joliwud. No importa, yo AMO a Doctor John Carter y al Doctor Luka Kovac y hasta a Morris que empezó siendo muy pelmazo pero después ya era buen dostor. Personaje favorito: Dr. Mark Green, quien (spoiler) se muere de cáncer en la temporada 8 que me la lloré toda. Porque eso es lo malo de esta serie: tiene la mayor mortalidad de todas las series que he visto!!! Se mueren ENE personajes y de las maneras más horris que usted pueda imaginar. No importa. SOS GRANDE E.R!


Grey`s Anatomy

Esta es de mis pocas favoritas que aún está al aire y ya va en la temporada 7. Como todas las series de médicos, alterna la vida de los dostores con la de los pacientes y así. La gracias es que para ser serie de pá drama, tiene ENE humor y los personajes son muy ridis. Sobre todo Christina Yang,  que es una china seca para el bisturí y que aunque es más fea que la mentira siempre tiene mino, lo que me encanta, porque así es en la vida real señores!! Hasta cuando con que poner personajes feos solo para que les hagan bulling?  

Otra cosa muy wena que tiene es la pareja gay de Callie y Arizona, que es muy chistosa pero no estereotipada ni llena de panfletos, sino que simplemente ES.  AH! Y la banda sonora es FILETE. Eso si, esta también es serie para niñas, porque los doctores niñitos hombres  están de TODO gusto, en cambio las mujeres son todas normales y la que era yica (Izzie) ya no está. Así que si usted es como Raj Koothrappali y le gustan las series centradas en las relaciones humanas, véala, pero si es macho alfa explosiones-sexo-sangre-perro-papá,  mejor  absténgase y vea Espartaco, que esa la va a encantar!




The Big Bang Theory

La premisa de esta serie es tan simple que da miedo. Un grupo de nerds trata de lidiar con el mundo no-nerd, representado por la vecina rica de  inteligencia promedio, Penny. Obviamente, los tipos son unos ineptos sociales, ya que es serie cómica y hay que exagerar.  En todo caso, la veo más bien porque los personajes son muy wenos! De hecho, Sheldon es lo mejor que tiene y se nota que los guionistas lo saben, porque la mayoría de los capítulos se centran en él.  En resumen, es una serie que no es tan magnífica, pero que genera adición porque tiene todos los elementos para ser “de culto”. La prueba es que hay poleras con la cara de Sheldon que dicen BAZZINGA!!! 




Los 80

No podía dejar fuera la mejor serie chilena de los últimos mil años. Una serie que tiene TODO bueno: historia, guión, banda sonora, actuaciones, caracterizaciones, ambientación, ritmo, profundidad, HUMANIDAD. Los 80 es GROSA.  Tanto así que con novio nos dimos la paja de bajar todos los capítulos de la tercera temporada en formato flash desde la página de Canal 13 para poder verla acá en las Australias. Por si no cacha de que va la historia, es de una familia chilena de clase media que tiene que lidiar con las vicisitudes de la vida y los problemas típicos de la vida ochentera.  Mi personaje favorito es Felix, el hijo menor, porque en cierta forma sus aventuras me recuerdan mi infancia, cuando lo MÁS era tener bici o un amigo con Atari y uno se ponía contento de tener zapatos nuevos o de juntar todas las láminas del álbum. Lo mejor es que a Los 80 le fue la raja, o sea, fue buena y popular, no como El Show de los Libros y todos esos programas que toda la gente dice que ve pero tienen como 3 puntos de rating. Bien por Chile y larga vida a las series de calidad!




FIN

PS: miles de series que me gustan quedaron fuera de esta selección solo por motivos de espacio-tiempo o porque no las sigo de manera religiosa. A todas ellas, presento mis respetos: South Park, House, CSI Las Vegas, La Ley y el Orden UVE,  Breaking Bad, Brothers and Sisters, Battlestar Galactica, Misfits y un largo etc.

PS2: Un saludo también para todas esas series mamonas y/o familiares que marcaron mi infancia y juventud: Alf, Full House, Step by Step, Salvado por la Campana, Beverly Hills 90210, Dawson`s Creek y un largo etc. Sin ustedes, no me habria enterado de los peligros de la droga, la anorexia, las relaciones pre-matrimoniales y la presión social.