lunes, 1 de agosto de 2011

Ridícula y Mantenida


Primero que nada, pido disculpas públicas por haber dejado botella el blog todo este rato. Tengo una excusa: estaba buscando pega. Y fue tan agotador el proceso, que se me quemaron todas las neuronas creativas del escribimiento castellano. Pero por fin encontré pega (ver foto ) así que ya me fluye la actividad cerebral nuevamente. Mis reflexiones post búsqueda a continuación:

El primer trabajo que tuve en la vida fue a los 10 años, de “lavadora de autos”. Era una empresa familiar: salíamos con mi hermano a ofrecer nuestros servicios a los vecinos de la Pichi Pelluco, ahí en Puerto Montt. Se nos hacía un negocio bastante prometedor, ya que como se rajaba lloviendo 360 días al año, los tocomochos pasaban cochinos.  Pero la verdad es que la negocia no era lo que se dice lucrativa. Con  los 100 pesos que nos ganábamos por auto, alcanzaban para unas pocas laminas del álbum de El Cuerpo Humano y unos cuantos dulces ½ hora.


También, algunas veces, le ayudaba a mi abuelito Juan a cosechar papas en su parcela camino a Entre Lagos. Me pagaban con bolsas de dulces y a veces con monedas, que se veían severamente devaluadas en el almacén campestre que quedaba como a un kilómetro, lo que era un gran incentivo para el ahorro.




Luego, a eso de los 15 años, me dediqué a la confección y venta de chocolates de calidá. Esto, gracias a las enseñanzas que me traspasó mi tía Nana, quien además (aprovecho de hacerle un homenaje) me envío mi torta de cumpleaños vía Tur Bus desde Osorno hasta que cumplí 25.

Con ese negocito sí me fue bien, hasta que unos delincuentes comunes entraron a robar a mi casa y se llevaron toda mi ganancia del mes. Trauma. Nunca más le trabajé un peso a nadieN, hasta que salí de la U y comencé a chambear de periodista y pude abrir una cuenta corriente donde ningún ladrón, salvo el banco, pudiera meter sus manos.

La verdad es que no me había cuestionado mayormente el hecho de haber sido una vil mantenida durante prácticamente 24 años, hasta que me vine a Aussieland. Porque acá casi todos los universitarios trabajan. Bueno, probablemente los hijos de John Coles/Juanito Líder no, pero la gran mayoría tiene algún tipo de peguita, incluso desde que están en el colegio.

El contraste con la Chilean way es evidente. Lo dice incluso el Lonely Planet  edición South America en su sección “Chile`s Sociaty”: “Typically, Chileans live with their parents till they get married and family  support them while they are studing”. Traducción: somos unos mamones.

Obviamente hay notables excepciones, pero una rotunda mayoría de los universitarios– me incluyo – nos dedicábamos a estudiar (un poco) y a echarnos a tomar Dorada en los pastos (3 por luca).  Claro, trabajar en Australia es harto más atractivo. Un estudiante que garzonea 2 veces a la semana puede fácilmente hacerse con 400 dólares al mes. Imagínense cuántas Doradas se puede comprar con eso. Pero en Chile, con cuea ganas 1.800 pesos la hora y un caramel latte en el Starbucks.




Claro, el pasado pisado y  el problema no es problema, como dice el filósofo Arjona. PERO cuando uno se va a  Australia y no puede trabajar de periodista y tiene que buscar pega de mesera o que se yo, ahí sí que se echa de menos saber hacer algo realmente útil. Porque para que se vayan enterando, acá en las Adelaidas si no tienes experiencia, o un Certificate II en lavar platos y servir mesas, nadie te pesca. 

Por lo mismo, la práctica de inventar pegas en los CV está sumamente extendida entre los extranjeros. Nadie va a llamar a Chile para preguntar si trabajaste o no trabajaste en el Blass Bar entre el 2002 y el 2004 (si alguien pregunta, yo sí trabajé ahí ah). Sin embargo, uno NO puede hacer como que sabe hacer café expreso, o hacer como que sabe preparar cocktails, ve? Más encima, por un motivo misterioso que aún no logro comprender, tener título universitario es MALO, ya que uno está sobrecalificado.

Yo, por pura cuea que tengo, conocí a un señor dueño de un Café que había ido a Chile de vacaciones y lo encontró lo más dije que hay, así que le caí en gracia, me hizo una prueba y quedé. Ayudó también que dejé de remar contra la corriente e hice el famoso curso de Bar y Café. Así que ahora soy Periodista, Mesera, Cafetera y Bartender.  ESO si que es estar sobrecalificada, señor empleador.


Así que ya saben. Si tienen críos, les recomiendo que los alienten a pitutear desde chicos, por si al lindo se le ocurre irse de Working Holidays al extranjero, que tenga alguna cosa real que poner en su Resume. La otra opción es que estudie Ingeniería Bilingüe. Por lo que he visto, esos encuentran pega en todos lados.

FIN.

2 comentarios:

  1. Bueno una vez más q puedo decir más q pusha q teni razón po! Q qenconaejo! Y como siempre me reí harto pero no por esp d ría de ser muy cierto! Asi q a puro pitutear de cabo chico

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  2. Por fiiiiiiin!!! Se le echaba de menos oiga!

    Parece que es más fácil hacer como que se sabe reportear, no?

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