jueves, 20 de enero de 2011

(8) Ca ca ca ca caaaambiosss (8) decía el David Bowie


No sé si les ocurre, pero para mí la palabra “cambio” casi siempre tiene olor a tongo. La usan los políticos para sacar al gobierno de turno, haciéndole creer a la gallada que el cambio va a ser para mejor (ja!). La usan los estudiantes porros para que los papás no les quiten los permisos. La usan incluso los maridos golpeadores una y otra vez para que las mujeres golpeadas no los abandonen. Lo usan las bandas de rock cuando se aburren de desenredarse la pelita larga y de cantar forzado y se vuelven más “comerciales”. Es una palabra con mala reputación, pero que hoy he decidido salir a defender.

Si el cambio - el de verdá - no fuera posible,  la finada Mercedes Sosa no habría cantado que (8) cambia lo superficial, cambia también lo profundo (8) y la cacha de la espada. Digo esto porque he escuchado infinidad de veces, por ejemplo, que la gente “no cambia”. Yo creo que eso es un error, señores. Y no lo digo por el caso del amigo de mi amigo del cuñado del primo del amigo, sino porque yo mismita en persona he experimentado modificaciones conductuales enormes.

Y no es que me las quiera dar de “madura”, pero de verdad siento que ahora me preocupo de menos weas intrascendentes que antes, como por ejemplo, si el amigo nuevo es de derecha o izquierda, o si e nuevo álbum de Alanis Morrisette es rockero o popero o si el colega estudio en U tradicional o privada. PURAS WEAS.  No faltará, por lo mismo, el que me trate de “vendida”, pero uno de esos cambios ha sido justamente que pienso que los lateros de siempre se pueden ir derechito a la mierda.
Ahora bien, no les voy a hablar de cambios en la profundidad de mis sueños y viajes retrospectivos al alma herida, porque me da paja. Simplemente, voy a hablar de cambios mundanos y cotidianos ocurridos en un periodo de 10 años y que han simplificado mi existencia, lo que nunca es malo.

Así que he aquí mi lista de cosas que antes no comulgaba y  ahora sí. Y al que no le guste, se para, se viste y se va!

A saber:

El maquillaje:

Cómo ya había mencionado antes en este bló, yo nunca fui muy vanidosilla cuando más joven, sino que todo lo contrario. Una de las razones por las que no me arreglaba nada era, seguramente, que lo encontraba de mina “hueca”, cosa que ahora me parece una soberana estupidez. Primero, porque a nadie lo define como se ve o qué se pone, y segundo, porque la vanidad es parte de nuestro ser y pretender despegarse por completo de ella es una negación absoluta de nuestra condición humana. Es más: me parece que la gente que no se arregla nada de nada está intentando,  DIFERENCIARSE del resto, lo que es un acto de mucha vanidad. Snob, incluso. Onda, “yo soy más inteligente que tú, por eso no me pinto”. La cosa es que con el pasar de los años descubrí que la belleza natural que una tiene (chiaaaa) se puede elevar exponencialmente si una sabe cómo echarse una manito de gato. Y si seguimos los  consejos de Carmindi en “No te lo Pongas”, demora 5 minutos, chiquillas.
Ahora bien, debo decir que no es que ande como payasito todos los días, o que despierte pintada y peinada como las villanas de las teleseries venezolanas. No, no, no. La gracia del maquillaje es, a mi gusto, que uno puede un día andar de cara lavada y al otro cambiar de aspecto y así hacer la cosa más entrete y no bu aburrirse del propio look (ver foto central de esta columna)
No me van a decir que no se siente bien andar de guapa de vez en cuando?. 

Los vestidos

Esto no tiene nada que ver con ideología adolescente. Es puro complejo. Resulta que siempre he tenido la piernita flaca como palillo y cuando chica siempre me tiraban tallas pesadas al respecto. Si en esa época hubiera existido el concepto, yo diría que a mis piernitas les hacían bulling. Pero ahora me importa un pepino, porque en Aussie hace más calor que la xuxa y puta que es rico andar con la piernada al aire y sentirse fresquita. Además, por mi pega en la tienda de vestidos, TENGO que usar vestidos (duh!) y he descubierto que contrario a la creencia popular del movimiento anti-falda son sumamente cómodos. Así que chao complejos, desde ahora a usar de todo nomás, total, who cares?. Mención aparte merece el hecho de que acá nadie te trata de agarrar el poto si andas con mini, lo que hace su uso más seguro y agradable.



Las comunicaciones

Yo no entré a la escuela de Periodismo porque soñaba ser “directora de comunicaciones de la Fundación Juanito Lider”. Yo entré a estudiar periodismo porque desde chiquita me gusta la radio y yo quería trabajar en una. Y lo hice, cumplí mi sueño infantil. Pero resulta que se trabaja mucho, se gana poco y te despiden fácil. Y no es que los esté instando a abandonar lo que les apasiona por el cochino dinero, pero la verdad es que cuando el sueldo es tan modesto uno empieza a sentir frustración y al final la pasión pasa a un tercer plano. Debo reconocer que me resistí harto al cambio de área, pero cuando me di cuenta de que el chofer del taxi que me pasaba a buscar en la mañana ganaba el doble que yo, me decidí. Y fíjense que ME GUSTÓ. No solo me gustó la plata, que es harto mejor que en radio, sino que me gustó la pega. Y en ese momento caché que de puro cabeza dura e inflexible me había estado perdiendo todo un mundo de posibilidades. Es más, si no me hubiera gustado tanto tampoco, creo que igual es una buena alternativa tener remuneración digna y horario de oficina, para poder disfrutar la parte de la vida que ocurre FUERA DE LA PEGA. Así que eso…piénselo antes de cerrarse a otras cosas solo porque no están en sintonía con sus sueños de juventud. Hasta Rory Gilmore fue a Yale en vez de Harvard!

Los ingenieros

Alguna vez en el primer año de Universidad de Concepción, ebria, seguramente, les grité a unos chiquillos que iban entrando a una cátedra en “El Plato” algo así como “ingenieros coleados, métanse su HP por la rax”. No, no me siento orgullosa de eso, pero a mi favor diré que era joven y estúpida. Pues bien, según yo, los ingenieros eran cuadrados y sabían de puras cosas fomes, como algebra y derivadas, PUAJ! Pues bien, el escupo me calló en la cara medio a medio, ya que novio es, efectivamente, Ingeniero. Y llevamos juntos 5 años, pese a que yo no se ni sumar. Porque resulta que para las relaciones de pareja, esas cosas dan LO MISMO. Lo importante, por ejemplo, es que podamos hablar sobre qué superpoder nos gustaría tener sin vergüenza. Qué a él le guste el Metal y a mi la música bakán, esas son weas. Si no me creen, vean la gran película de no-amor 500 Days of Summer.


El pop “comercial”

Recuerdo haber participado hace unos 10 años de largas conversaciones acerca de lo injusto que era que ciertos grupos evidentemente creados por la industria fueran exitosos versus bandas alternativas muchos mejores pero que nadiennnn conocía, Porque además la gente “no sabía” de música. BASURA. La gente escucha la música que escucha porque le gusta nomás, no porque sea tonta, ignorante o que se yo. Una cosa es que yo me burle de los versos Arjonianos con mis amigos y otra es que ofenda a los seguidores del poeta camionero diciendo que la masa no sabe lo que es bueno. Lo peor es que uno se juraba el bakán de la música bakán, con el propósito de… ser más bakán? RIDI. Ahora soy seguidora del filósofo Residente: (8) Cambia esa cara de seria
Esa cara de intelectual, de enciclopedia (8) . Es como la versión 2.0 de mi antiguo lema “sácate el morral y anda a bailar techno, amargado cu…”. No sé como es que eso me pudo preocupar tanto antes, pero es ridículo pensar que uno pierde la dignidad por saberse las canciones de Lady Gaga.



FIN

7 comentarios:

  1. Extrañaba tus col boba (no tus repollos, tus columnas) y bueno, qué decir, las cosas efectivamente cambian, porque los contextos cambian. Seguir pensando como hace 10 años atrás, cuando se tienen 10 años más, más experiencia en la cuerpita, más conocmiento, más vida y más sabiduría es una soberana WEVADA.
    Es como lo que hablábamos la otra vez con la Teletón y decíamos que llegando a la treintena uno cacha que en realidad, en la vida no todo es ideología, y que la wevá no es tan terrible si se piensa en el fin último, que son los liños. Cosas por las que uno se abanderaba con vehemencia, como la música bacán, como los directores de cine bacanes, como los libros de escritores bacanes, ahora me importan unha soberana RAJA. Me siguen gustando algunos, pero si veo una comedia romántica que me gustó, gustó, gustpo, me importa un peco que no sea de Lynch y la veo igual pascual y lo reconozco.
    Qué importa que la ropa de tus compañeros sea fea??? Es esa una razón para no vincularte con alguien??? Qué importa que un tipo buena gente, íntegro y jugado sea facho??? Es esa una razón para no convertirlo en mi amigo???
    A veces pienso que me perdí un montón de cosas y aun montón de gente hace 10 años, por prorizar esas tonteras, porque efctivamente eso son, tonteras, pero como uno cambia, nunca es tarde para rectificar.
    eso, ya hablé ya.

    ResponderEliminar
  2. Vale!!!!
    Pucha que echaba de menos tu blog, gaia, sorry por presionar... te cuento que... estoy de acuerdo contigo en todo, gaia!!!! qué raro, no?

    Jejejejeje... y a propósito de cambios, he empezado a encontrar sospechosa a la gente que dice "yo sigo igual que hace 10 años"... O sea, si se refiere a su peso, aplausos, pero en otras cosas, dudo. Se te quiere desde lejos!

    ResponderEliminar
  3. Val, me encantó leerte!! me gustó mucho esta publicación... es tan cierto lo que dices... la gente cambia, uno cambia... pero la idea es hacerlo pa' mejor. Por otro lado, el cambio es tan natural al ser humano, como también lo son los prejucios... quién no tiene esas estructuras mentales??... pero una de las cosas lindas y entretenidas (pero complicadas) de la vida es justamente buscar la manera de sobrellevar todo eso para que no te limiten... Un gran beso... te quiero!! :D

    ResponderEliminar
  4. Notable post! Rescato sobre todo el concepto del pepino: me gusta y me importa un pepino lo que diga el resto. Esa es la mejor parte de hacerse más viejo, dejas de preocuparte por tonteras y disfrutas más cosas que antes. Lo malo es que te das cuenta de lo que te perdiste antes por puro gusto, como los vestidos. En fin. Empecé a cuestionarme por mi propia lista...

    ResponderEliminar
  5. Creo que tus cambios son naturales, aunque me hubiese gustado que usaras vestido y un poquito de maqui...para algunas fiestecitas, pero tus gustos y formas de ver la vida deben tener relación sin duda con todo tu entorno, especialmente tus padres; me acuerdo de algunas que decían ser tus amigas, pero te criticaban y eso a mí me daba mucha rabia, siempre traté que seas TU y que no te importe la opinión de los demás, era mi deseo que tú te sientas cómoda, no sé que más comentarte, finalmente estás haciendo lo que tu elegiste en todo sentido y eso si que vale po VALE!!!

    ResponderEliminar
  6. me mataste con el "Hasta Rory Gilmore fue a Yale en vez de Harvard!" JAJAJAAJAJAJAJAJ
    weona, soy fan de tu blog. too el rato!
    y obvio, tenis ol de rison po... lo que pasa es que cuando una es más pendeja y se jura bacán, cree que toda la gente que no es cool es weona :P
    pero como ahora nos llegó el viejazo...estamos más tolerantes parece :)

    ResponderEliminar
  7. gracias a todas por sus post, shiquillas...
    y bueno, como dicen por ahí... uno tiene el legítimo derecho a cambiar de opinión nomás po! a veces creo que la "consecuencia" está sobrevalorada XD

    ResponderEliminar