domingo, 6 de febrero de 2011

Adulta joven elegante SPORT?


Partamos del principio. Desde que tengo uso de razón, una de mis “características negativas” – por no decir defecto – más notorio y publicitado es mi invariablemente patético estado físico. Porque sí, soy floja. Floja como los de Lazy Town. Floja como Sid de La Era del Hielo. Floja como… bueno,  muy muy floja. 
  
He aquí un botón: la última vez que visité a un doctor, con claros síntomas de stress galopante, me preguntó cuál era mi hobby, ya que le parecía que no estaba liberado suficiente tensión. Mi respuesta fue “ehhhh… ¿ver películas?” El doctor me miró con cara de poker y me dijo que se refería a un hobby en el que efectivamente MOVIERA EL CULO. Bueno, en estricto rigor dijo “move your butt” (suena menos feo en inglés). No hay que perder de vista que Australia debe ser uno de los países más orientados al deporte que hay, así que imagino que escuchar que mi presunto hobby era sentarme frente al televisor por horas a ver películas, series y cualquier cosa que no implique trabajar más que el músculo ocular fue como sacarle la madre. En fin.

El señor facultativo me aseguró que era de suma importancia que buscara alguna actividad física con la cual eliminar tensiones, rabias, ira, puntos rojos y todas esas macanas de la vida moderna, ya que si no lo hacía me iba a dar ALGO.  Algo como esto:



Y es que soy pajera. MUY. Y me encantaría decir que en realidad alguna vez fui activa y tuve que dejar mi vida sana por una lesión en la rodilla, pero no. Mi pajerismo es histórico. Cuando todas mis compañeritas de básica estaban en aeróbica, baile español, ballet o gimnasia artística, yo leía. Leía y leía y leía, porque era ñoña y flaca y debilucha y me daba paja cualquier otra cosa. El colegio en el que estaba tampoco ayudó mucho. Se trataba del típico establecimiento educacional medio pelo que no tenía un gimnasio apropiado y que para no gastar demás le pedía a cualquier profesor de enseñanza general básica que nos hiciera la clase de educación física, lo que en realidad se reducía a pasarle una pelota a los “niñitos hombres”  y mandarlos a jugar futbol.

Ya en enseñanza media y en un colegio que SI tenía gimnasio,  la falta de costumbre transformó  la clase de educación física era una tortura de la cual había que arrancar costara lo que costara. Cada vez que nos hacían el test de Cooper (puaj!) terminaba la primera vuelta con la guata revuelta, pálida y vomitando. Para más recacha, a no se quién se le ocurrió que los escolares estaban medio gorditos así que las horas de educación física se duplicaron por obligación, por lo que cuando se me estaba pasando el dolor de cuerpo de la clase del martes, ya era jueves y había educación física de nuevo. NOOOOOO!. Al final, el lunes era el único día sin dolor muscular.

Ya, si sé que nada de eso es excusa para el pajerismo crónico. Pero a mi favor debo decir que siempre tuve problemas respiratorios, debido a unos cornetes nasales demasiado grandes que me obstruyen el aire y por eso me canso rapidito y  bla bla bla. En teoría, yo debí operarme de eso cuando chica y podría haber aprovechado de hacerme un arreglín, pero weno, ya no fue.

Todo lo anterior derivó en un completo desinterés por el deporte. Nunca jamás me llamó la atención ninguno, y solo porque Dios es grande toda mi vida he sido flacuchenta por naturaleza, así que tampoco tuve el incentivo estético.  Un par de veces me dio por ir al “gym”, pero lo ODIÉ. Odié la música, la gente musculosa y las viejas estiradas embutidas en unos conjuntos Everlast que ni yo a mis veintisiempres hubiera usado. Me cargó además como todo el mundo parecía disfrutar de algo que para mi persona era simplemente una lata, en especial la trotadora y su caminata a ningún lado. Si no hubiera sido por la tele a color que ponían delante, sintonizada en el Sony o en el Warner, habría gritado KILL ME, KILL ME NOW!!!

Pero bueno. Tarde o temprano el sedentarismo extremo pasa la cuenta y más que la cosa netamente física veo que hacer deporte  es bueno para la mente. Mente sana en cuerpo sano, decían los romanos y si lo decían ellos que inventaron el mundo occidental y la pizza yo creo que hay que hacerles juicio. 

También, debo reconocer,  ha sido de mucha influencia ver a la gente acá tan deportiva. De hecho, es MUY común ver viejos de no menos de 60 años, envestidos en ropa técnica de los más cute,  trotando en los parques, haciendo caminata, andando en bicicleta y sacando pica con sus cuerpos tonificados. Uno como que piensa… “si ese señor pelado puede, yo también csm!”. Así que me decidí, 2011 es el año en que por primera vez voy a mover mi ridícula humanidad.

Mi nueva vida sana empezó hace como dos semanas, cuando nuestros amigos Maca y Cristobal, que son lo más deportistas que hay, nos convencieron de jugar tenis con ellos. Yo dije, weno, no tengo para que ser la nueva Steffi Graf (salto lejos el carné) basta con que aprenda el gesto técnico y a divertirse se ha dicho! Y así nomás fue. Para mi sorpresa, con las explicaciones de mi coach logré pegarle a la pelotita con las CUERDAS de la raqueta (no es fácil) y pasarla por sobre la red. Valeria 1 – Pajerismo 0. Igual, como era primera vez que hacía siquiera el intento de jugar, al final del día me dolían músculos que ni siquiera sabía que existían. Pero novio me convenció de que había que curar el dolor con más dolor y fuimos, solo 2 días después, a jugar de nuevo. Ahí aprendí un poco de revés y ya me sentía una Martina Hingis (dónde quedó mi carné?) y así, cada día he aprendido una cosa nueva y se siente BAKAN que el gesto técnico resulte. 




Igual, me canso un kilo y cuando “juego” mucho quedo tan adolorida que me quiero puro mata-me y juro que nunca más juego ni una wea de tenis. Pero la verdad es que es un deporte sumamente entretenido y pegarle a la pelota a toda potencia se siente LA RAJA. El coach (Cristobal) me asegura que de a poco ya no me va a doler tanto la cuerpada y que tengo que puro jugar seguido para no cansarme al tiro, que OBVIO es lo que me pasa ahora, pero como diría mi amiga Cathy, soy machita y me aguanto. 


Paralelamente, se me ocurrió que bailar sería una actividad de todo gusto y que ya es hora de tener alguna gracia. Así que después de un rápido navegue por los sitios web de las academias adelaidianas me decidí por el Flamenco. Encontré una escuela a un precio más que razonable y voy una vez a la semana al nivel “beginner”, o sea, estoy con puras minas igual de paquete que yo que nunca había bailado nada. El Flamenco, como el tenis, tiene la gracias de que se le pega a algo (el suelo) y uno libera mil energía con cada zapatazo. Resultado? Ando de lo más contenta, energizada y activada. Y en la noche, me acuesto genuinamente agotada y hasta sueño menos.


Así que ya saben ya. Nunca es tarde para modificar hábitos, ni siquiera los más históricos que tenemos. ¿Qué entonces podría aprovechar de dejar de fumar? NO JODA. Una cosa a la vez.



 

FIN

6 comentarios:

  1. buenísimo!! yo crecí jugando tennis, y en realidad era bastante mala... lo que me desmotivó porque todos en mi familia jugaban y ern secos, así que tuve que buscar un deporte en el que YO fuera seca y ellos no jajajajja terminé jugando volleyball, hasta que me hice mierda el hombro...y de ahí vino mi adicción por el gimnasio, que me duró hasta que entré a la U pq ahí me puse wena pal copete jajajajaajajjaaja
    ahora retomé mis paseos en bici, pq DEBO bajar la guata y volver a tener buen estado físico...ya que a Don Uken se le ha ocurrido que es de lo más gracioso ponerse a correr como loco hasta que yo lo alcanzo -previo uso de inhalador y al borde del infarto-.Parece que el niño en entiende que la mamá ya no está en edad de correr jajajaja así que a retomar la bici para eventualmente volver a trotar y ser feliz.
    ah! a todo esto...el deporte produce adicción :)

    ResponderEliminar
  2. Serás mi gurú. Bien sabes que soy igual de pajera y tal vez por lo mismo nos amamos con el corazón, por eso de ver tele hassta tener los ojos cuadrados comiendo chocolate y fumando en la cama (puaj). Burlanos de Sporty Marce tb era diver, jajajajajajaja, pero bueno, ya te sumaste al club y probablemente yo igual deba hacerlo, porque como dice la siempre sabia Mala, cada vez que persigo un cuarto de cuadra a Mateo quedo con la lengua afuera. Sobre qué me gustaría hacer, tengo una listita: bailar flamenco, salsa, merengue o alguna cosa alegre. Nadar (no a lo perrito, decentemente), andar en bici y hacer yoga o Pilates, porque DETESTO con todo mi corazón en gimansio, una porque es FOME y dos porque me carga ver calzones metidos en el culo de viejas ancianas. (Vi cada weá rara cuando iba al Gym, que PIIUUUUJ)

    ResponderEliminar
  3. Mira no sabes como me inpiras....jajajaja (ademas de reirme a carcajdas) ( a todo esto no me gusto la ralla de graff y hingis pq se me perdio el carne tb ahi ) Bueno pero ademas de eso como dije me ispiras ya que hay una cosa q siempre he querido hacer es aprender a jugar tennis...sobre todo pq soy bueno pal pin pon tonces no debe ser taaaaan distinto....o eso espero jajajaja. Ademas q aunque no llevo una vida sedentaria ( ahora po!!! ) ya que estar todo el dia parado haciendo aseo con la aspiradora en la espalda igual ayuda y ya he bajado como 14 kilos con eso.... es distinto hacerlo por deporte literalmente jajaja y no por obligacion.....asi q tendre q buscar algun modo de q alguien me ensene.... esposa es pajera como tu y no sabe asi q no puede ser coach jajajajaja...y eso como siempre un gusto leerla....nos vemos!!

    ResponderEliminar
  4. la ultima foto me ultra encantó. Bien puesta al final.
    Qué bueno que estés haciendo todas esas cosas.
    El tenis me lo han explicado cien mil veces.... y no lo entiendo, me es imposible.

    Para los dolores musculares mi profe de danza cuando estaba en el colegio decía que era bueno comer naranjas. Puede haber sido sugestión,eso no lo voy a saber nunca, pero resultaba.

    saludotes!

    ResponderEliminar
  5. Ay galla, te faltó nombrar a la Gabriela Sabatini, nuajaujaujaujaujuaj, me gusta leer tus weas pq son tan graciosis..
    te cuento q yo sigo siendo igual de pajera que siempre, y eso que putso me regaló la tonta tenida deportiva adidas negra con rosado pa la navidad...PERO AUN NO MUEVO UN PUTO MÚSCULO!! Eso sí, decidí que cigarrillo NO MORE! Pq igual eso del asma y la rinitis alérgica me tenía bien cagá la verdad. Un par de veces fui al San Cristóbal con Santi (él en bici y yo trotando) y pal hoyooooooooooo...


    Un abrazo enorme ñoña... muchios cariños y sigue así, eres una capa...

    :D

    ResponderEliminar
  6. Es probable que la gente que me conoce ahora ni se imagine que tuve un pasado de gimnasta, de esas que dan vueltas en el aire y juegan con pelotas y cuerdas y estas varitas con cintas y todo. También le hice a las patadas voladoras en TKD... aunque no pasé del cinturón amarillo. Así fui hasta los 14 años, época en la que me agarró el crecimiento en mala y la columna se me chingó para siempre jamás. Parece que mis genes venían para ñoña más que para sporty, así que con certificado médico real en mano me sentaba a leer mientras mis compañeras hacían como que corrían en gimnasia. Y claro, tener el culo en el asiento es mucho más cómodo que andar transpirando, así que me acostumbré a ser pajera. Pero ahora, ni modo, algo hay que hacer por ese culo se mantenga en su sitio y no empiece a migrar hacia las rodillas... la vanidad es mi motivación, para muchas cosas...

    ResponderEliminar